Jueves 15 de octubre, por gentileza de Bodegas Santander-Beal’s, en la calle Alzira número 15 de Valencia, acudo a una cata de destilados presentado por Juan Carlos Maroto, de la empresa Global Premium Brands, especializada en bebidas espirituosas y aguas. En esta ocasión nos van a presentar la ginebra G’vine, los rones Elements Eight y el whisky de malta Balblair. Nos explican que solo trabajan una marca por categoría, excepto en el caso de las aguas.

Este tipo de catas es más aromática que gustativa, debido a la alta graduación de los productos, que rondan los 40º todos ellos. Yo tomo un pequeño sorbo que sirve para impregnar la lengua y es más que suficiente. Hay que tener en cuenta que se toman a temperatura ambiente y sin mezclar ni rebajar con nada.

Empezamos por la ginebra G’vine floraison. La peculiaridad más importante de esta ginebra es que en lugar de utilizar granos de cereal para obtener el licor de destilación, usan uva, de la variedad ungi blanc, autóctona de la zona de Cognac. Una vez obtenido el aguardiente a partir de la uva, en un alambique exclusivo, que solo se utiliza para la destilación de la G’vine, se guarda hasta el mes de junio del año siguiente, en el que se recogen las flores verdes de la cosecha siguiente y se infusionan en el aguardiente del año anterior. Este hecho determina que esta ginebra no se puede producir a lo largo de todo el año, como las demás, ya que siempre hay disponibilidad de cereales, pero no de uva y flores de uva, éstas últimas solo están disponibles durante quince días al año, y son tan delicadas que se traslada el aguardiente al campo en barricas para ponerlas dentro en el mismo lugar de la recolección. Ocho elementos botánicos infusionados en aguardiente neutro de uva y destilados en tres grupos diferentes, uno con el enebro, otro con el jengibre, cardamomo verde y regaliz, y el tercero con corteza de cassia, cilantro, bayas de cubeb y nuez moscada. Después de estas destilaciones se efectúa la mezcla de los cuatro destilados, el de la flor y el de los tres botánicos y se obtiene el producto definitivo. Es una ginebra de sabor delicado y floral, especiada y muy aromática. No conviene mezclarla con la pulpa del limón, pues desvirtúa el equilibrio aromático de la ginebra, a lo sumo se puede utilizar la corteza exterior del limón, pero no resulta necesario.

Después de la ginebra probamos los rones, Elements eight, elaborados en la isla de Santa Lucía. Uno de ellos blanco, de cuatro años de añejamiento, denominado Platinum, y el otro extra añejo, con seis años, denominado Gold.

Según sus elaboradores, ocho son los elementos armónicos, diferenciadores de este producto, por eso lo llevan en el nombre. El primer elemento es el entorno, la isla de Santa Lucia, entre el mar Caribe y el océano Atlántico. El segundo elemento armónico es la caña de azúcar, importada desde la Guayana, cortada a mano en el momento óptimo de maduración. El tercero es el agua, de gran calidad, obtenida a través de formaciones de rocas volcánicas. El cuarto elemento son los tres tipos de levaduras exclusivas que transforman el azúcar en alcohol, mediante una fermentación que dura entre 18 y 24 horas. Esta fermentación corta permite obtener un ron más ligero. El quinto es la destilación. Tres métodos, alambique francés, columna vertical y alambique tipo bourbon. Este sistema combinado de levaduras y alambiques, permite obtener tres tipos de fermentación, con tres destilaciones diferentes, lo que hace un total de nueve rones distintos que al final serán mezclados en las proporciones óptimas. El sexto elemento es el añejado tropical. Las brisas alternas, la cálida del mar Caribe y la fresca del océano Atlántico, hacen que el proceso de añejado sea más eficiente, por lo que en menor tiempo se obtienen mejores resultados. El séptimo elemento de estos rones es la combinación o blending de los rones obtenidos individualmente, en los procesos anteriores de fermentación y destilado. El último y octavo elemento es una filtración suave que mantiene el carácter de estos espirituosos. Después de estos procesos y mediante los elementos descritos se obtiene un ron blanco, el denominado Premium, que presenta aromas de fruta tropical, coco y lima. Con un sabor seco, suave y agradable. El color transparente se obtiene mediante filtrado con carbón activo, para eliminar todo el color del añejamiento. El ron Gold resulta más intenso en nariz, con aromas de tostados procedentes de las barricas de envejecimiento, pasas, ciruelas secas y caramelo.

El cuarto producto que nos presentaron fue un single malt (whisky de malta) de nombre Balblair, elaborado por la segunda destilería más antigua de Escocia, fundada en 1790 y ubicada en las Highlands. El sistema de selección de este whisky está basado en el vintage, es decir no prima el número de años de añejamiento, sino que el whisky de cada barrica se embotella cuando ha llegado a la plenitud de su evolución, por eso no se embotella todo el whisky del mismo año a la vez, sino que se va seleccionando según la situación de cada barrica. Las barricas no seleccionada esperan su momento óptimo para ser embotelladas en una posterior selección, que puede tardar varios años. Por este motivo se siguen embotellando diversas añadas simultáneamente, según el momento ideal de cada whisky. Probamos el elaborado en el año 1997, presentaba unos aromas de turba, especias, cítricos, tropical, malta y naranja confitada. Estaba exquisito.