Cava Manuel Raventós y cien entradas
Cata Cava
Esta es la entrada (post) número cien.
En primer lugar gracias a los que me venís leyendo desde el principio, eso me ha animado a seguir escribiendo casi diariamente y a esforzarme cada vez para ofreceros temas que os puedan resultar interesantes.
Al ser el comentario número cien quería que fuese especial y he decidido celebrarlo como se celebran los grandes acontecimientos, he abierto una botella de cava que guardaba para una ocasión.
He descorchado "mi" Manuel Raventós. Lástima que no podemos compartir una copa todos juntos. ¡Ejem!
Como ya comenté en una entrada anterior este cava es la gama más alta que está elaborando la bodega Raventós i Blanc. Este Manuel Raventós. Gran Reservar Personal. Cosecha 2001, está elaborado con un 60 % de xarel.lo y un 40 % de perellada. Parcelas escogidas, cepas elegidas, de más de 70 años de edad las de xalrel.lo y de más de 45 las de perellada. En la página web la información sobre las variedades no coincide con la ficha que nos entregaron en la sesión de cata, como las he recibido por dos vías y son recientes, pienso que esta es la correcta.
Parcelas vendimiadas manualmente y por separado. Elaboración esmerada y derroche de medios y cuidados, para obtener el mejor cava de la familia. Uvas fermentadas por separado a baja temperatura en depósitos de acero inoxidable.
Posteriormente se realiza el ensamblaje, cada año se determina cual ha de ser la composición del vino, en función de los resultados obtenidos.
Segunda fermentación en botella y crianza mínima de seis años en posición de rima (horizontal), seguida de una clarificación manual en pupitres, para lograr que los sedimentos de las levaduras, producidos tras esa segunda fermentación, acaben en el cuello de la botella y así, mediante la congelación de unos centímetros del cuello en un baño helado, conseguir extraerlas mediante el degüelle, antes de colocar el tapón de corcho para la expedición y venta.
De esta cosecha solo se han embotellado 7.958 botellas. ¡Yo tenía una!
Abierta la botella empiezo a disfrutar de ella.
Se muestra con un carbónico impetuoso que me llena la copa y debo esperar para terminar de llenarla. Esta primera efervescencia es debida a la diferencia de temperatura entre el líquido y la copa. Cuando se llena una copa por segunda vez ya no resulta tan explosiva.
El color del vino es amarillo pajizo intenso, con algún ligero destello de color verde, lo cual me indica que podía haber permanecido en buenas condiciones durante algunos años más. ¡No todos los cavas se pueden guardar! Los de gama baja, léase no gran reserva, nunca se guardan, en el caso de la alta gama habría que fijarse en las características de la añada para decidir si se guardan cuatro o cinco años en condiciones óptimas, para disfrutarlos después y ver cual ha sido la evolución en la fase de reducción (sin oxigeno).
En la cata, a la vista se ve muy limpio y brillante, sin ningún rastro de lías.
El aroma que desprende es muy agradable e intenso. Lo primero que percibo es un aroma que me recuerda al de una pastelería, también encuentro aromas a la levadura, fruta fresca, en concreto manzana y membrillo, frutos secos como almendra y nuez sobre todo, también percibo aromas de pan tostado. Es curioso que un vino que no ha pasado por madera también pueda desprender este aroma.
En la boca es gratificante, lleno de matices, un carbónico que se diluye para dejar paso a las sensaciones táctiles y sabrosas del vino, equilibrio y elegancia serían las definiciones más adecuadas. Acidez bien integrada que provoca una sensación de frescor.
El sabor permanece largo rato en la boca y vuelve a recordar los sabores de los frutos secos y el pan tostado por vía retronasal.
Lo he acompañado con unos pequeños caprichos que tenía en la nevera, unas huevas de mújol y un poco de mi cuit.
Un cava para disfrutar largamente. ¡Salud para todos!
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca