¡Atrévete con esta receta, está al alcance de todos!
¡Hola! Después de tanto tiempo sin comunicarnos retomamos la actividad.
Ahora que los cocineros vuelven a sus fogones y dejarán de publicar sus recetas en las redes sociales, voy a coger hoy el relevo y comparto con vosotros ésta que es muy sencilla y da un resultado espectacular. Además he utilizado una pieza de carne que no es muy habitual. Una chuleta de cerdo muy gruesa, según vuestro gusto carnívoro, pedid al carnicero que os la corte de un grosor de dos o tres dedos. La intención es que quede tierna y sonrosada por dentro. Con respecto a esta carne, hay quien sostiene que la de cerdo debe hacerse mucho, creo que hoy en día, con los controles sanitarios que existen, ésto está injustificado, pero el gusto personal de cada uno es el que prevalece siempre. Yo desde luego la prefiero tierna y con todo su sabor.
Estas son las dos chuletas recién traídas de la carnicería, todavía sin limpiar ni nada. Muy importante, la carne debe de estar un par de horas a temperatura ambiente, ya que no se debe cocinar NUNCA fría. Si la tienes en la nevera, sacala dos horas antes, no le pasará nada malo y mejorará su sabor al cocinarla.
Los ingredientes necesarios para elaborar esta recetas son: 2 chuletas de cerdo gruesas, 2 dientes de ajo, una pizca de tomillo, 4 chalotas muy picadas, un poco de jerez, al gusto, 150 ml de nata, 100 g de queso azul, 50 ml de yogur griego, aceite, sal y pimienta, cebollino picado. Las cantidades siempre son orientativas en cocina, excepto en la repostería. Si te falta algún ingrediente o no te apetece, puedes sustituirlo por otro similar de tu gusto.
En primer lugar pon a fundir el queso con la nata en un pequeño cazo, con un fuego suave, para que no se agarre al fondo ni coja color la espuma que haría la nata al hervir. Cuando el queso se haya fundido, retiramos del fuego y dejamos enfriar para poder añadirle después el yogur.
Pon una sartén al fuego para dorar las chuletas, cuando esté caliente incorpora un poco de aceite, los dientes de ajo y el tomillo. Introduce las chuletas y rocíalas frecuentemente con la grasa de la sartén. Procura que el fuego no sea muy fuerte.
Cuando des la vuelta a las chuletas, añade las chalotas, salpimenta. Deja sofreír el conjunto dos minutos, después añade el jerez y deja que cueza otros dos minutos. Si te gusta, vuelve a moler pimienta negra otra vez. Los tiempos de cocción son aproximados, ya que depende de las condiciones de cada cocina. Debes guiarte por lo que te diga tu experiencia. Siempre es mejor quedarse corto que pasarse de cocción. Lo primero se puede arreglar a veces, lo segundo nunca.
Emplata poniendo primero la carne, la chalota encima y la salsa alrededor. Espolvorea con cebollino picado.
Si el plato te parece demasiado energético, sustituye la nata por leche y el yogur griego por desnatado. El queso es incuestionable, queso azul, sí o sí. Bueeeeeno, puedes usar otro, pero que sea potente y funda bien
¡Pruébala te va a gustar y sorprender!