Ya van veinte encuentros de los Atrapaos en la buena mesa
Disfrutar del buen comer es un gran placer, pero si se hace con amigos que gozan tanto como tú de unos buenos manjares y de buenos vinos aún es más placentero. Esa es la filosofía de este grupo de amantes de la gastronomía. En esta ocasión contamos con la complicidad de Luca Bernasconi, alma mater del Celler del Tossal. Sin la implicación de los restauradores no son posibles estas comidas, sin su colaboración no conseguiríamos que estos encuentros tuvieran la magia que tienen. Gracias veinte veces, por los veinte encuentros.
El Celler del Tossal es un restaurante especial, además de su excelente cocina y su amplia y escogida bodega, tiene a la vista, en el comedor del sótano, los restos muy bien conservados de un acueducto romano. Un aliciente más para visitarlo.
Este fue el menú que Luca y su equipo elaboraron para la ocasión. El maridaje incluido, aunque esto no es lo habitual, ya que normalmente pedimos ser nosotros quienes llevemos los vinos. La elección de los vinos con antelación forma parte del juego.
Empezamos muy fuerte, con este fino de la Riva, de las Bodegas Domeq, de la viña del Pago Bilbaína Alta, con una crianza estática de 17 años. Según nos cuenta Luca, dice que procede de una bota que se encontraron abandonada en un rincón de la bodega. Sea cual sea la historia del vino, está espectacular.
El aperitivo consistió en una croqueta de ropa vieja.
Luca sigue sorprendiéndonos con esta botella, "Sesenta e Nove Arrobas", es un vino de la D.O. Rías Baixas elaborado por la bodega Albamar. Es un monovarietal de albariño, con un carácter atlántico, buena acidez, con cierta untuosidad e intensidad en boca. Muy bueno.
Seguimos con espárrago blanco con cítricos, concretamente komquat, yema curada, mojama de bonito casero y puré de limón.
Vino elaborado por Maxime Magnon en el AOC de Corbières, en el Languedoc Francés, con las variedades garnacha gris y garnacha blanc. Un vino blanco bastante afrutado, equilibrado y fresco en boca. Los vinos de esta comida están marcando un gran nivel.
Cigala con manitas de cerdo, jugo de la cigala y "air bag" de cerdo. Muy bueno este mar y montaña.
Un gran vino monovarietal de garnacha de la DO Madrid. Magnífico aroma y un sabor muy elegante. Ligereza y frescura que iban muy bien con los dos siguientes platos. Una gran apuesta de Luca para hacernos disfrutar de esta comida.
Merluza en tempura con jamón, alcachofas y consomé de jamón. Buena combinación de sabores.
Arroz meloso marinero con sepia, puntilla, pulpito, gambas, nabo y espinacas.
Les Myrs, Domaine Danyou-Banessy 2014, garnacha 100%. Cultivo biodinámico. Fresco, ligero y sabroso. Interesante.
Cordero asado, con berenjena y ñoquis de berenjena.
Kaldatz Fiñ, un txakoli de vendimia tardía elaborado por Iñaki Otegi, autor de la estupenda sidra dulce Malus Mama.
Preparación fría de vainilla, calabaza, café y nueces de macadamia.
Este palo cortado no necesita presentación. Solamente destacar sus agradables aromas a frutos maduros secos.
Para finalizar una tabla de quesos de la quesería los Corrales de Almedijar (Castellón). Detalle de uno de los "Atrapaos". El de abajo es el queso Peña blanca y el de arriba es una torta elaborada con leche de oveja guirra que todavía no está comercializado. La oveja guirra, es una raza autóctona de la Comunidad Valenciana que se encuentra en grave peligro de extinción y que la quesería está intentando recuperar.
En resumen. Una comida memorable, donde los vinos han brillado con luz propia, gracias a la generosidad de Luca Bernasconi. Después de la pausa del verano hay que empezar a pensar en el próximo encuentro. Ya os contaré.