Aquí se come bien, eso que vaya por delante, pero lo más destacable y lo que lo hace especial es la maravilla de edificio que alberga este hotel y restaurante, cuyos orígenes están datados en el siglo XVII. Le da nombre la enorme planta trepadora que cubre todo uno de los laterales sobre la terraza. En la foto de la cabecera, a a izquierda, se aprecia una mínima parte de esa cubierta vegetal. El edificio, como se puede apreciar en la foto del comedor, está construido básicamente con piedra de rodeno rojo y el suelo de barro cocido. El mobiliario es de un estilo rústico moderno, muy atractivo y confortable.

Se come de menú, con varias opciones para los primeros, segundos y postres. La base de la cocina es tradicional, con una buena ejecución y un resultado bastante satisfactorio. Como este primero de espinacas con una bechamel ligera y muy bien elaborada, pasas y piñones.

Cous Cous de bulgur de trigo con verduras y garbanzos. El bulgur es un derivado natural del trigo que se utiliza para hacer el auténtico tabulé en Líbano y países del sur de la cuenca mediterránea, aunque, como se puede, ver también sirve para hacer cous cous, aunque su tamaño se asemeja al del grano de arroz.

Entre las opciones para los segundos platos ya pudimos disfrutar de estos calamares con alcachofas. Aunque no es temporada de éstas, se utilizan confitadas con buenos resultados.

Otro de los segundos que pudimos disfrutar fue esta carrillera de ternera con parmentier de patata y frutos secos. Muy sabrosa y tierna. Los frutos secos le dan un puntazo.

Sorpresa Ibérica con Oporto y setas. No confundir la sorpresa con cualquier otra parte del cerdo, no es ni la presa ni el secreto, es una pieza que se encuentra en la mejilla del cerdo, muy cerca de las carrilleras, son muy melosas y de un sabor inconfundible. De cada cerdo se obtienen unos 50 gr de esta carne. Muy pocas veces me he encontrado con esta pieza en una carta. Exquisita

Los postres están bien elaborados, con buen equilibrio entre dulzor y sabor. Como esta tartaleta de manzana en la que la fruta tenía aún una buena consistencia y sabor original. Muy buen resultado.

Para los chocolateros este coulant de chocolate estaba perfecto. Intenso y cremoso.

Vaso de yogur natural con frutos rojos, fresco y elegante.

El vino que tomamos en esta cena se elabora allí mismo, en Vilafamés. Lo produce la Bodega Mayo García, con las variedades de uva Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot.  Se le aprecian aromas con matices muy marcados de chocolates, frutos rojos y trufa. 

Es un buen lugar para disfrutar de una comida en un entorno muy bonito. También se puede comer en la terraza que se ve en la foto de la cabecera.