En una ubicación excelente, colindante con El Astrónomo y de la misma familia. El cocinero peruano Richi Goachet, quien residió en Valencia durante varios años, fue el responsable de crear la carta. Su influencia perdura hasta hoy a través de platos como el ceviche y otras delicias de su tierra natal. A lo largo del tiempo, la carta original de esta cocina diversa y aventurera se ha enriquecido con propuestas atractivas más localistas. Tiene un horario amplio, lo que permite aprovechar su amplia terraza desde primera hora de la mañana (10:00h).
A modo de snack nos sirvieron un poco de maíz tostado de la variedad que en Perú llaman "Cancha serrana", es muy típico de la cocina peruana, se usa con ceviche, chanfaina o chicharrones.
Un snack muy típico de Japón "Edamame salteado" con aceite de sésamo, sal negra y condimentada con nanami togarashi. El edamame no es más que una legumbre (soja) que en este caso se saltea tierna con su vaina.
Causa limeña de atún, aguacate y mayonesa nikkei. Este plato es otro de los emblemáticos de la cocina andina, sobre una base de patata amarilla, típica de Perú, se colocan capas de diversos ingredientes, en este caso atún, aguacate, mayonesa y cebolla morada.
Bocatín de sepia en mini bao chino con mayonesa nikkei, lechuga y cebollita acevichada. Cocina fusión, vale la sepia es internacional, aunque muy mediterránea, el bao chino y la mayonesa japonesa. La ONU en bocadillo. Da buen resultado
El Chasu o Chashu es la carne del ramen, aquí lleva panceta glaseada con soja, aceite de sésamo, naranja y anís estrellado sobre puré de miso. Plato típico de la cocina japonesa en versión Observatorio.
Finalizamos la parte salada con estas Empanadillas nikkei de pollo y verduras con salsa hoisin de cereza, mayonesa japonesa y katsuobushi (bonito ahumado)
Uno de los postres que pedimos fue esta Némesis de chocolate con helado de fruta de la pasión y granola.
Que la tarta de queso está de moda creo que a estas alturas ya nadie lo duda, está en todas las cartas, pues nosotros también la pedimos, ésta llevaba helado de té matcha y sirope de arce.
El vino escogido fue este de la DO Ribeiro, de la Adega do Demo en Alongos, elaborado con un 95% de Treixadura y un 5% de Loureira. Tiene 93 puntos Parker, es un vino muy aromático, fresco y cremoso. Un vino lleno de gratas sensaciones de frescura y fruta, y muy versátil, para disfrutar con cualquier plato. Una delicia.