De esta receta, que es muy sencilla, resulta una ensalada muy interesante y completa. Los ingredientes son baratos y fáciles de encontrar. Por cada ración necesitaremos lo siguiente:

50 gramos de habitas tiernas.

50 gramos de bacon.

20 gramos de hierbabuena.

Surtido de lechugas.

Unos tomatitos cherry.

Aceite y vinagre.

Si no es temporada de habitas tiernas podemos recurrir a las congeladas. También se pueden encontrar en conserva ya fritas, de un tamaño ideal, pero para la ensalada un poco pesadas. El tamaño cuanto más pequeño mejor. El bacon se corta a tiras pequeñas. Igualmente la hierba buena se pica groseramente con el cuchillo. La cantidad de lechuga a gusto, según lo que os apetezca. En este caso la mezcla se elegirá según las preferencias de cada uno, yo escogí brotes tiernos, de esos que van preparados en una bolsa, pero se pueden encontrar a granel en algunos mercados, en el Mercado Central de Valencia sin duda. Utilizo tomatitos cherry por que son más decorativos que los tomates grandes troceados, pero si no tenéis podéis recurrir a un tomate troceado, si es raff "auténtico" mejor. Con el aceite y el vinagre, en este punto he sido bastante exigente. He utilizado un aceite de oliva virgen extra, prensado en frío por medios mecánicos, llamado Barranco Tagarina, elaborado en Benifató (Alicante), en plena sierra de Mariola, por Bodegas Enrique Mendoza. Una nueva iniciativa de estos inquietos hermanos, Pepe y Julián Mendoza. Es importante, cuando se toma en crudo, tener a mano un buen aceite. Sobre el vinagre poco puedo decir, solo que es un vinagre de cava, muy suave y perfumado, cómodo de utilizar, pues lleva un pulverizador incorporado, elaborado por las bodegas Agustí Torrelló Mata, autores del famoso y estupendo cava del mismo nombre. Pues una vez reunidos los ingredientes, ya hemos superado la fase mas dificultosa de la receta, lo siguiente es, en primer lugar cocer las habas si son tiernas, en agua con sal. Basta con un pequeño hervor de quince minutos, para que queden cocidas pero crujientes. Se ponen a cocer con el agua hirviendo. Las escurrimos y las reservamos. Si somos capaces de quitarles esa segunda piel que llevan, el resultado os puedo asegurar que es fantástico. Después le llega el turno al bacon. En una sartén sin aceite se le da un punto de tostado para que quede crujiente pero sin churruscarse. Cuando ya casi tengamos el bacon a nuestro gusto le añadimos las habas en la misma sartén y las dejamos algo más de un minuto revolviéndolas con el bacon para que se impregnen de su grasa. Ahora preparamos una cama de lechugas en el plato, acompañada de los tomatitos, la sazonamos con sal, el vinagre y el aceite. Encima de todo esto colocamos la mezcla de habas y bacon, les añadimos un poco de vinagre y aceite, sal no, y listo para comer. A mí me encanta el contraste del frío de la lechuga y tomate, con el templado de las habas y el bacon. Se puede acompañar de un vino blanco o cava. Para esto no abusar del vinagre en la receta. Si nos gusta mucho el vinagre, entonces se puede recurrir a una buena cerveza (Voll Damm, Alhambra, Pilsner Urquell, etc.) Buen provecho.