Hace tiempo que tomé este vino (20/02/2025) pero sigo recordándolo con agrado, por eso me ha apetecido hoy publicar su reseña. Lo tomé en Mundua Taberna, gracias al consejo de Amparo Parreño que controla con mucho oficio la sala y la bodega, ideal para acompañar perfectamente el exquisito menú que elaboró el chef Javier Linares.

Es un vino elaborado en la DO Ribeiro con las variedades tintas propias de la zona, que le dan al vino un carácter muy atlántico. Lleva un 30% de Brancellao, 30% Sousón, 30% Caíño y 10% Mencía. Su nariz denota juventud con frutas del bosque y florales (violetas). Su boca es fresca y joven, es un vino franco, sabroso y suave. Se vinifica separadamente cada variedad en depósitos de acero inoxidable a 24 ºC durante 7 días con levaduras autóctonas. Crianza parcial en barricas de roble usadas durante 4 meses. Una maravilla con una carga frutal asombrosa, un equilibrio y una frescura únicos. De cortísima producción. Delicioso.