Cuando un restaurante te sorprende positivamente estás deseando volver una y otra vez. Has disfrutado y quieres repetir en cuanto sea posible. Y como en mi caso la carne es débil, dicho y hecho. Después de mi visita anterior, que como ya indiqué fue muy satisfactoria, he querido volver para confirmar de nuevo mis buenas vibraciones con estos grandes profesionales, todos ellos sin excepción. En ocho días he ido dos veces de nuevo, así que te lo cuento todo junto y de esta forma te das un atracón de platos. Seguro que te entran más ganas de ir.
Los aperitivos que se ofrecen como detalle de bienvenida no son algo baladí, están exquisitos, como en este caso el buñuelo de bacalao, cremoso y muy sabroso.
En la otra de las dos ocasiones el aperitivo fueron estos callos de bacalao. Cocina en miniatura de calidad. El primer bocado debe marcar la línea de como va a transcurrir el resto de la comida.
Todas las veces que he ido he pedido este montadito de steak tartar y supongo que la próxima vez también lo pediré. Vienen sobre una mini parrilla con unas brasas que les aportan un matiz ahumado muy ligero y agradable. Imprescindible.
El aroma de las brasas les da un toque especial a las cocochas de merluza - Se pueden pedir a la brasa o a la parrilla.
Esta anguila a la brasa con jugo de allipebre está para repetir varias veces. Un plato redondo, estética y gustativamente.
Croqueta de Jamón 100% Bellota con velo de tocino ibérico. No sé si ésta es la mejor croqueta de jamón que he probado nunca pero seguro que está en el pódium.
El rodaballo es uno de los pescados más feos del mar, pero también es de los más sabrosos. A la brasa se potencian sus virtudes. Es uno de los habituales en mis visitas a Flama.
El pescado lo acompañamos con estas patatas ratte con mantequilla de hierbas. Muy ricas.
Fuera de carta había mollejas de ternera y con las brasas era una tentación en la que había que caer. Pregunta cuando vayas y si hay, ya sabes, peca.
Con el último plato le pedimos a Edu Espejo que nos sorprendiera, que eligiese él lo que quisiera sacarnos y lo hizo con este Pichón de Araiz en tres pases. El muslo guisado, la pechuga a la brasa y los interiores en paté. Tres en uno, imagínate. Lo acompañamos de unos exquisitos pimientos del piquillo La Catedral.
Uno de los postres que tomamos fue este Brioche "cremaet" con helado de capuccino, que lo sirven cubierto con algodón de azúcar. De vicio.
El otro postre fue este de chocolate, avellanas y praliné. Para los forofos del chocolate es ideal.
Para el aperitivo el sumiller Ricardo Espíritu nos aconsejó muy acertadamente este amontillado de Álvaro Domecq. El VORS 1730 es el resultado de años de envejecimiento en botas de roble americano. Presenta notas punzantes que recuerdan su crianza biológica, así como notas de almendras y madera. Es suave y muy seco al paladar, con una gran persistencia en boca. Espectacular.
Uno de los vinos que tomamos fue este Chardonnay de la Borgoña, elaborado por Agnès Gleizes y su esposo Cyril Gautheron. Tiene aromas frescos y florales con notas de cítricos y manzanas verdes. Es equilibrado, con una sensación sedosa en boca, una acidez fresca y un final largo y persistente. Una delicia.
Otro de los vinos fue este Mestres Visol Gran Reserva Brut Nature, que la prestigiosa Bodega Mestres elabora de forma tradicional. Se le da un breve paso por barrica de castaño, la madera utilizada históricamente en la región antes de la llegada del roble. El coupage de este cava está compuesto por las variedades tradicionales Xarel·lo, Macabeo y Parellada. Una vez en botella y con tapón de corcho natural, el cava hizo la segunda fermentación y se crió durante más de 72 meses en rima. Es un espumoso seco y muy elegante. En nariz es muy rico, con notas típicas de la barrica, como pan tostado y levadura. Frutal y cítrico. En boca es estructurado, amplio y limpio. Burbuja muy fina. Final largo. Una pasada.
Para acompañar a la carne Ricardo nos sirvió una copa de este maravilloso vino de Toro. Elaborado por Bodegas Ordóñez, de unas cepas prefiloxéricas, ya que la composición de los suelos de esta zona permitió que bastantes cepas se libraran de la plaga. Aromas de fruta roja madura, notas de hierbas aromáticas, tostados y especiados de la crianza en barrica. En boca es amplio, potente, sedoso, con buenas estructura y cuerpo, final potente y cálido, debido a sus 15'5º. Un maravilloso descubrimiento.
Cuesta mucho conseguir mesa, así que no se lo cuentes a nadie.