Pocas veces se puede encontrar en una carta la sorpresa de un vino como este, firmado por Peter Sisseck y Carlos de la Fuente. Tuvimos la suerte de toparnos con él en el restaurante Los Ilustres de Valladolid. Lo acompañamos con un suculento cocido castellano que también nos supo de maravilla, igual que el vino. Aunque esta botella, ella sola, se puede disfrutar sin necesidad de emparejamiento.

Hacienda Monasterio Reserva 2019 tiene un color rubí brillante con un ribete rojo. Aromas generosos de fruta negra, presencia mineral con ligeras notas de regaliz. En boca demuestra una estructura seria y elegante con un paso largo de fruta madura, ciruelas y taninos dulces, con su larga crianza en barrica que le aporta complejidad. Un gran vino por su equilibrio, madurez y texturas. 

Una experiencia muy gratificante.