Hemos visitado este restaurante que lleva ya más de cincuenta años de funcionamiento, aunque en otras ubicaciones antes de ésta. Lo primero que te encuentras nada más entrar en él es esa exposición de producto que se te ofrece a la vista y de la que querrías pedir un poco de todo, lubinas. rodaballos, escorpas, salmonetes, cigalas, quisquilla, gamba roja y ostras (foto de la cabecera). Buen marketing, te ponen la miel en los labios. Después cuando estás en el centro del comedor ya llama tu atención ese panorama tan marinero del puerto deportivo de la Villajoyosa, que se ve a través de unas inmensas cristaleras. Hay espacio, mucho espacio entre las mesas, no he visto en ningún restaurante tanta distancia entre los grupos de comensales. También hay suficiente personal del que enseguida se aprecia que es muy eficiente y amable. El ritmo es el correcto, sin tardanzas ni agobios entre plato y plato.
La carta es de estilo mediterráneo, con mucha influencia de la cocina local. Predomina el producto del mar, lógicamente debido a la tradición marinera de La Vila. Una amplísima oferta de entradas de todo tipo, bastantes opciones de arroces, calderos, suquets y también carnes. Existe la posibilidad de tomar un menú que ofrece un pequeño recorrido por la carta y se finaliza con un arroz. Es la opción que elegimos nosotros.
Todas las entradas se sirvieron de forma individual, un plato por comensal. Empezamos con una ensaladilla de quisquilla y rape, acompañada de un pedazo de papadum. Siento debilidad por la quisquilla, tal vez por eso eché en falta que hubiese más cantidad, pero la que encontré me supo muy rica.
La segunda entrada fueron estos "Chipirones Hogar del Pescador", acompañados por unas habas que nos permiten apreciar el pequeño tamaño de los cefalópodos, así estaban de tiernos. También llevaba piñones que le dan ese toque elegante y que contrasta con el sabor de los ajos tiernos y el toque dulce de unas pasas de Corinto. Delicioso.
Mini Perrito de calamar con salsa tártara. Cuando te viene este plato no te imaginas lo que te vas a encontrar hasta que le das el primer bocado, es carne de calamar picada, amalgamada y frita que junto con la salsa tártara está exquisita.
Fritura de gambosí, pulpo y alcachofa. Del gambosí hemos hablado en alguna otra ocasión, recuerda, son esas gambitas tiernas fritas que se pueden comer enteras. Aquí venían mezcladas con pulpo y alcachofas, todo ello presentado con un rebozado fino y crujiente.
El arroz del menú era este "Arròs brut" que venía bien acompañado de sepia, gambas, ajos tiernos, habas y pimiento. Como se puede apreciar el grano estaba bastante suelto, prueba de su buena cocción. De sabor te puedo asegurar que estaba muy bueno y los tropezones fantásticos.
De postre elegimos este trampantojo de Aguacate cuyos ingredientes eran: Tierra de brownie, salsa de cacao, mousse de vainilla bourbon y cremoso de cítricos. Espectacular.
El otro postre fue este sorbete de limón al que han animado con un toque de Marc de Cava. Muy bueno y refrescante, ideal para ayudar con una comida muy completa. El arco iris en la mesa fue un detalle inesperado.
Como vino escogimos este Blanco Nieva Pie Franco 2023 que nunca falla. Un Verdejo de la DO Rueda elaborado con cepas prefiloxéricas de casi cien años. Es un vino fresco, elegante y de complejidad aromática, con gran amplitud en boca que lo hace persistente. No tiene mucho que ver con otros varietales de la misma uva, es diferente. Te gustará.
Una magnífica elección para comer bien frente al puerto de Villajoyosa.