Ha sido uno de los descubrimientos de este viaje. No es que yo sea aficionado a comer donuts, me gustan poco las cosas dulces, sean sólidas o líquidas, incluso cuando tomo un postre en un restaurante procuro que tenga un toque cítrico o que sea de chocolate o queso, pero en este caso había algo de película en la motivación, queríamos comprar esas cajas de donuts variados en los que hay colores, sabores y formas diferentes que tanto se ven en las comisarías de las series y films americanos, algo que no he hecho ni creo que haga algún día en mi ciudad de procedencia, y encima nos encontramos con la sorpresa de que en esta franquicia se están elaborando casi a cualquier hora y puedes tomarlos recién hechos, cuando aún están calentitos.
De verdad, la imaginación para crear distintos modelos de estos "pasteles" es inmensa, cierto es que llevan muchos años haciendo este trabajo, ya que la empresa se creó en 1937 y se ha expandido por todo el mundo creando sedes y franquiciando la marca.
El abanico de posibilidades para tomar este dulce es muy amplio, no hay más que ver, además de los modelos del cartel anterior, lo que van mostrando en una pantalla sobre el mostrador del despacho, en esta instantánea se ven otros modelos a base de calabaza, cada vez que cambia la pantalla aparecen nuevas posibilidades. Si entras en la web del Reino Unido (no he podido entrar en la de Nueva York) te haces una idea de todo lo que puedes pedir, hay incluso donuts ¡para perros!
No voy a hacer ningún comentario sobre el tema, seguro que los amantes de las mascotas están encantados de que exista esta posibilidad y poder recompensar a sus amigos con estas golosinas.
Un detalle muy interesante es que puedes observar el proceso de elaboración de los donuts. "Aquí empieza todo" es el lugar donde se amasa y se prepara el "bagel" crudo que se convertirá en la base de lo que será uno de los fantasiosos pasteles redondos.
En la segunda fase, después de pasar por una freidora, lo que le distingue del bagel, se convierte en el donut casi terminado.
La última fase de la elaboración del clásico es el glaseado, que sale en este tramo de la cadena. La confección de los "especiales" no está a la vista de los clientes.
Uno de los modelos especiales es este de helado de fresa con chispas de fideos de colores. Sabroso y espectacular.
La estrella del local es esta "Gran Manzana", sin duda un guiño a Manhattan y que solo se puede comprar allí, no está disponible en las tiendas del resto del mundo. Relleno de confitura o compota de manzana y la cobertura, a pesar de su color, también está hecha con manzana. Es sin duda el donut más caro del mundo, espero que sea así, ya que cuesta once dólares (11$). Viene en su propia caja exclusiva con una presentación espectacular. Y además está muy buena.
Una constante en los establecimientos y locales públicos es la cantidad de merchandising que hay alrededor de todos estas empresas. Sociedad de consumo al máximo.
Es una interesante experiencia visitar este tipo de locales para descubrir todo lo que se ofrece en ellos y probar estos donuts "calentitos" y sus especialidades, a pesar de que no soy nada goloso, al contrario, pero me satisfizo el ensayo.
¡Pruébalo si tienes ocasión! Te gustará