
Comer en Ca Pepico es un placer, pero beber es toda una experiencia, su dedicación y su amplia bodega hacen que el vino se convierta en un actor muy destacado. Si te dejas, que es lo mejor que puedes hacer, Pep acabará sorprendiéndote con alguna botella que ni te imaginas. Como esta de la Bodega Artuke, una pequeña producción de una parcela condenada a la desaparición por encontrarse abandonada por su baja productividad. Se plantó en el año 1920 y la adquirió Artuke en el año 2012
Este vino de producción extremadamente limitada está elaborado principalmente con Tempranillo, acompañado de pequeñas proporciones de otras variedades autóctonas como Graciano, Garnacha y Palomino. Fermenta en tinas de madera y se cría en barricas de roble francés de gran formato, buscando siempre preservar la expresión más pura del viñedo.

Tiene una intensidad aromática alta. Con notas finas de fruta roja fresca, flores y especias suaves, con unos toques sutiles de crianza perfectamente integrados, sin enmascarar la expresión varietal.
Una entrada delicada y fresca. Paso por boca sedoso, con taninos muy pulidos y gran equilibrio. Destaca su elegancia, mineralidad y una acidez viva que le augura una excelente evolución en botella. Final largo, con recuerdos de fruta, flores y notas salinas.
Delicioso es poco decir.