Nueva visita a La Salita, esperando ver confirmada la opinión inicial, que fue muy positiva.
El local en esta segunda ocasión lo encontré más luminoso y pude apreciar el detalle de la bodega, en la línea actual de mostrar los vinos a través de las paredes acristaladas. La cocina también está a la vista, lo cual da un toque de confianza, ya que se demuestra que no hay nada que esconder. Y resulta gratificante ver el arte en la cocina.
La carta de vinos es muy interesante, amplia, bien organizada y con unos precios muy interesantes.
Elegimos el tinto Pétalos, de la añada 2006, vino del Bierzo, elaborado con uva mencía cien por cien, por la Bodega Herederos de J. Palacios. Resultó un vino muy interesante, con muy buena presencia, colores intensos y capa muy cubierta. Con aromas muy complejos, florales, frutosos, regaliz, y empireumáticos (tostados de café y cacao). De nuevo la mano de Álvaro Palacios, me estoy aficionando a sus vinos, voy de satisfacción en satisfacción, veremos cuando llegue a probar L'Ermita que elabora en el Priorato, si me alcanza el bolsillo.
Este restaurante no tiene carta, por la noche solamente ofrecen menú degustación. Resulta una opción muy cómoda, tanto para el cliente (a veces) como para la cocina, en cuanto a suministros y elaboraciones previas, pero, aunque cambian con mucha frecuencia el menú, se echa de menos poder elegir unos platos según la apetencia del cliente en ese momento. Parece que no tienen intención de cambiar, mientras les vaya bien.
El menú de esta noche constaba de seis platos y un postre triple, como es habitual.
De entretenimiento nos sirvieron unos chips de banana muy originales.
El primer plato fue un Foie rebozado de picadillo de "kikos"(maíz frito) con crema de maíz, acompañado de unas palomitas de maíz, es decir tres texturas de maíz, original pero algo flojo, en todos los menús degustación de casi todos los restaurantes aparece el foie, el "mi cuit" de foie exactamente.
De segundo unas patatas chips con sardinas y crema, clásico de la casa, y muy original, nunca defrauda.
Después salmón en dos texturas, sobre una base de queso, puré de espinacas y pan de tomate, formando todo ello un paisaje, plato espectacular y muy rico es matices y sabores. Con este plato nos ofrecieron una copa de blanco, para maridar mejor, lo agradecimos, sobre todo el detalle de estar pendientes de lo que estábamos tomando en cada momento. Nos pusieron un rueda Monsalve 2007, con un color muy dorado, que me hizo sospechar de la añada, pero estaba muy bueno. Suave, aromático, fresco y equilibrado. Ningún reparo a este vino.
El cuarto plato, huevo cocido a 65 grados durante media hora con carpaccio de secreto ibérico y estofa de verduras, sabroso, aunque el carpaccio no parecía tal, ya que no estaba crudo.
Quinto plato, calamares con arroz a la bullabesa, para mí el mejor de todos, el calamar tierno y el arroz en su punto y muy sabroso. Iba acompañado de una salsa amarilla muy buena que no consigo recordar que era.
De sexto solomillo de buey con puré de patata y chorizo, acompañado de unas terrinas de calabacín rellenas de verduras asadas. El puré de chorizo sabía a eso, chorizo, iba acompañado de un pequeño picadillo del mismo embutido. Me gustó bastante.
El poste original pero sin convencer demasiado. Tal vez no era mi día.
El café es de los que me gustan, y me gusta en pocos restaurantes y cafeterías.
En conclusión un lugar para disfrutar del paladar y de la vista de los platos, la presentación está muy cuidada. El servicio del vino, con decantación incluida y la atención a los maridajes es muy correcta..
El precio del menú degustación es de 33 euros, muy por debajo de otros restaurantes con menos categoría y saber hacer que este. El resto de la factura ya depende del cliente.
Día de visita 28 de octubre de 2008.
Dirección calle Séneca número 12, esquina con calle Yecla. 46021 Valencia Teléfono 963817516