Ojoalplato

La Xarranta, tapas con fundamento

Como decía en la anterior entrada, la gastronomía en Valencia está alcanzando cotas muy interesantes. La oferta no para de crecer, continuamente vemos nuevas aperturas y, afortunadamente, la demanda, tanto por parte del valenciano como del visitante, muestra interés por esas novedades y todos están respondiendo satisfactoriamente.

Pero no solo interesan los nuevos locales, si no que los que están consagrados desde hace tiempo no pierden ese tirón que se han ganado a pulso.

Por si esto fuera poco, ahora tenemos un nuevo barrio pujante en todos sus aspectos, arquitectónico, cultural y gastronómico. El Cabanyal es hoy un foco de atracción gracias a la actualización de su estructura viaria y de la rehabilitación de muchas de sus joyas inmobiliarias que están recuperando el señorío de la zona y rescatándola del abandono al que la anterior Administración le había condenado.

En el Cabanyal hay de todo, pero predominan los locales de comida informal pero de calidad, no confundir esto con falta de seriedad en la elección de la materia prima y el cuidado de sus elaboraciones, esto queda fuera de toda duda. Uno de esos locales donde el trato es cercano y relajado, pero la oferta es cabal y concienzuda, con elaboraciones cuidadas y singulares es La Xarranta.

Hay una propuesta de picadas o tapas originales, donde se puede apreciar el interés por dar algo distinto y que despierte el interés del comensal.

La primera prueba de la calidad de la materia prima que aquí se utiliza se presenta en esta ensalada de tomate valenciano con “capellanets”, aceitunas surtidas y cebolla bien encurtida. El “capellanet” es una bacaladilla (Micromesistius poutassou) El pescado se seca y pasa por la llama antes de ser desmigado, es muy apreciado en la gastronomía típica valenciana.

Un crujiente relleno de crema de gamba con aroma de mandarina, fue la segunda etapa en este recorrido por la carta de tapas del local.

Continuamos con un carpaccio de angus, con lascas de parmesano y aceite al aroma de trufa.

Unos sabrosos y crujientes torreznos de Soria, cubrieron el siguiente paso.

Finalizamos el recorrido por los platos salados con esta tabla de sobrasadas y embutidos mallorquines. Destacar que están elaborados por Can Company en Mallorca. Se compone de tres sobrasadas, la clásica, otra con queso de Mahón y la tercera con queso azul. En primer término un embutido denominado Nora, compuesto por carne de cerdo cocida, frutos secos típicos de la tierra como orejones, ciruelas y dátiles, todo él aromatizado con especias dulces. Arriba a la derecha una botifarra blanca tipo figatell y dos muestras de fuet rojo y negro. Espectacular.

Acompañamos todas estas tapas con una Garnacha Centenaria de Coto de Hayas, de Bodegas Aragonesas, de la DO Campo de Borja. Es un vino que se bebe muy fácil, con buena sensación de fruta en boca y aromas retronasales de la crianza.