
En la última visita que hicimos a la ciudad de Albacete nos decantamos por probar este restaurante que mucha gente recomienda, incluídos grandes cocineros de la provincia, como uno de los mejores de la ciudad. Coincidió que se estaban celebrando unas jornadas micológicas y solo había ese menú, por lo que decidimos probar la experiencia. La comida bien pero la organización fue algo caótica, ya que la hora de empezar era cuando estuvieran todos los comensales sentados, sin habernos avisado de esa eventualidad al hacer la reserva, lo que nos obligó a esperar más de media hora.
El menú constaba de seis entrantes, tres aperitivos, dos platos principales y un postre. No hay carta de vinos, a pesar de que tienen un buen número de referencias, como se puede apreciar en la foto, tuve que subir a la bodega para elegir los vinos que queríamos tomar. ¡Con lo que me gusta a mí leer una carta de vinos!

Poco antes de que llegasen los últimos clientes, como nos vieron desesperados, nos adelantaron el primer aperitivo del menú, que consistían en unas mantequillas aromatizadas, una con pimienta rosa y la otra con trufa. Acabamos con todo el pan.

Ya con todos los comensales en las mesas empezó la comida con este ajoblanco con boletus y picatostes.

Seguimos con estos puerros con anchoa, mantequilla trufada y trufa rallada.

Le siguió esta ensalada de ventresca de atún con setas encurtidas (níscalos, champiñones, setas de cardo) aderezada con una vinagreta de níscalos.

A continuación nos presentaron el queso que iba a protagonizar el siguiente plato. Es un queso que se hizo para los Emirato Árabes, y por el formato que le dieron se dieron cuenta de que evolucionaba de distinta manera que los cilíndricos en cuanto a sabor y aroma. Finca la Cuadra no lo puede sacar bajo la DO Manchego porque no está admitido por la DO por su forma, tiene más de 24 meses de curación.

Esta elaboración con la seta Lengua de vaca salteada con foie y queso rallado lingote de Finca La Cuadra, es la que lleva el queso descrito anteriormente.

Empezamos las entradas con estos consomés: Caldo de faisán con amanita cesárea y Caldo de jamón con senderuelas y cardillos.
La tercera entrada se escapó de la foto. Judías con albóndigas de jabalí y trilogía de setas (eryngii, cornucopioides, shimeji)

El primero de los platos finales fue este Taquito de lubina con cremoso de cesárea y vinagreta de trompetas

Acabamos la parte salada con estas Supremas de codorniz en su jugo trufadas con su casquería, molleja de vaca y panceta.

De postre Leche frita trufada con mermelada de rebozuelos y chupetes (clavaria truncata)

Carmelo Rodero Crianza 2020 está elaborado con uva tinta del país (tempranillo) ensamblada con cabernet sauvignon (10%) y ha envejecido durante un mínimo de 15 meses en barricas de roble francés. En nariz destacan aromas de frutas negras como la ciruela, acompañados de notas de vainilla y especias que provienen de su paso por barrica. En boca, es un vino concentrado y elegante, con taninos suaves que aportan una buena estructura. Su final es persistente. Un acierto siempre.
Si quieres probar esta amplio repertorio de setas las jornadas son a finales de noviembre.