Este es un vino de los que tienes que probar alguna vez, para regalarte un momento de placer. Es elegante, preciso, limpio, con seriedad y cierta austeridad. Es muy sabroso y equilibrado, jugoso y de bella textura, seco y preciso. ¿Se le puede pedir más?
Lo tomé en la comida que se organizó en el restaurante Napicol, con motivo de un encuentro de tres cocineros para elaborar sus platos de caza. La oferta de vinos que presentaron era realmente exquisita y prueba de ello es este ejemplo.
Aprovecha y tómalo estas fiestas.
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