Hoy inicio una nueva serie, la del cóctel.
Aunque cada uno suele tener uno o dos preferidos, yo también, poco a poco daremos un repaso por los mas conocidos y tal vez encontremos alguno que también nos guste para incorporarlo a ese repertorio de nuestras copas preferidas.
Voy a empezar por uno de los más famosos y conocidos, el manhattan. Como muchas de las copas más famosas tiene un origen incierto, aunque hay bastantes coincidencias a la hora de situarlo en el Manhattan Club de Nueva York, allá por el año 1870. Incluso se le atribuye la autoría a la Señora Churchill, sí a la madre de Sir Winston Churchil, que parece ser que era bastante aficionada a esta bebida.
Los ingredientes principales de este cóctel son el bourbon o whisky americano, elaborado básicamente con maíz, aunque puede llevar otros cereales, en muchos casos se recomienda preferentemente el whisky canadiense. Otro de los ingredientes es el vermú. Se puede utilizar cualquiera de los tres más habituales, rojo, blanco dulce o blanco seco (dry). La elección dependerá del resultado final que se quiera obtener, según las preferencias del consumidor. El vermú dulce y el seco aportan su característica peculiar, haciendo la bebida final más dulce o más seca, pero el vermú rojo le aportará además un final más amargo. El tercer ingrediente es la angostura, es un tipo de bitter concentrado, que le da aroma y sabor amargo a la bebida. Por eso yo prefiero el vermú rojo, que encaja mejor con este tercer ingrediente.
Para finalizar los aditamentos opcionales, el hielo, que es casi obligatorio, pero se podría prescindir de él, yo alguna vez lo he hecho, la corteza de limón, corteza y no cortada o gajo. Se utiliza para retorcerla sobre la copa y aromatizar la superficie, después se puede introducir en la copa. La alternativa final es una cereza al marrasquino, que yo jamás utilizo, pero forma parte de la parafernalia del manhattan. Eso sí la cereza se usa con el manhattan dulce, el elaborado con vermú blanco dulce, jamás con el seco y casi nunca con el rojo. Aceituna jamás.
Las proporciones óptimas son dos tercios de bourbon, un tercio de vermú y unas gotas de angostura. Se elabora en un vaso mezclador en el que se habrá puesto bastante hielo, se agita con una cucharilla larga y se sirve directamente en las copas de cóctel, con cuidado de utilizar un colador para no servir hielo. Las copas se habrán enfriado previamente, poniendo agua y hielo en su interior hasta el momento de servir el cóctel. No aconsejo que se meta en el congelador.
Esta bebida se toma como trago corto.
Se puede aligerar con un poco de agua, pero yo no lo aconsejo, el hielo ya lo habrá rebajado un poco.
Salud.