Hay lugares entrañables a los que el cuerpo te pide volver, a pesar de ser este un restaurante muy concurrido la estancia en él se hace amena y confortable, está muy bien organizado, el servicio es muy eficiente y amable, la carta es atractiva y los platos salen bien elaborados, equilibrados y sabrosos. Como esta exquisita ensaladilla de pulpo y ventresca con jugo de pimientos asados.
Otro de los bocados que nos encandilan son los brioche, como este relleno de cochinita pibil acompañado de mayonesa de kimchi. Es imposible no pedirlo cada vez.
Las bravas de Mas Blayet están entre las mejores que he comido. Están tiernas por dentro y crujientes por fuera, las sirven con all i oli braseado y salsa kimchi. Están sentiditas, como debe ser.
El repertorio de arroces es bastante extenso, entre secos y melosos llegan a la veintena, además de algunos guisos y fideuàs. Este es el seco de marisco, con calamar, gambas y cigalas. En su punto y sabroso.
Uno de los arroces estrella es este arroz al horno a la antigua con pasas al moscatel. Una paella valenciana es algo exquisito, pero al lado del arroz al horno la competencia es muy fuerte. Aquí lo hacen muy bien.
De postre tomamos este rico hojaldre de manzana con helado de vainilla. Muy fino y elegante
También disfrutamos de esta tarta "lemon pie". Delicada y gustosa.
Y para finalizar esta suculenta y deliciosa torrija caramelizada con crema inglesa y helado de leche merengada.
La primera parte de la comida la hicimos con este Valdesil 2023 criado sobre sus lías, variedad Godello, de la DO Valdeorras. En nariz es muy frutal, con aromas cítricos y de frutas de hueso, sobre un fondo balsámico. En boca es sedoso, equilibrado y con una acidez bien integrada. Delicioso.
Después disfrutamos de este Carmelo Rodero, crianza del 2021, de la DO Ribera del Duero. Es un coupage de 90% Tinta del País y 10% Cabernet Sauvignon. Se le somete a una crianza en barrica de 15 meses y posteriormente reposa en botella durante 12 meses más antes de salir al mercado. Al olfato despliega un abanico de aromas donde destacan frutas rojas maduras como cerezas y moras, entrelazadas con toques especiados de canela y clavo. En boca, se presenta fluido y armonioso, con taninos maduros que dan estructura sin enmascarar su frescura, ofreciendo un sabor pleno y satisfactorio.
Como has podido comprobar en este restaurante todo fluye armonioso, el servicio, la comida y el vino. Ahí lo dejo.