La amabilidad mejora la comida
No cabe duda de que un buen equipo de cocina es fundamental en un restaurante, pero igual de importante es el equipo que hay en la sala. Si además dispone de una buena bodega y el sumiller conoce bien su trabajo, estamos a las puertas de la felicidad gastronómica. Para muestra este excelente Bosque de Matasnos 2015, de la DO Ribera del Duero, uno de los vinos que había en la carta en este resort en Rodalquilar, a escasos tres kilómetros de la playa. Al ser el restaurante de un establecimiento hotelero está abierto siempre.
La carta no es muy extensa, lo cual, como ya he dicho en muchas ocasiones, me parece una buena pista, ya que así las existencias tienen más rotación. Contiene propuestas bastante interesantes, dándole a los platos más clásicos un toque imaginativo.
La primera propuesta de la carta captó mi atención y acerté, ya que estas croquetas son de la escuela de Francis Paniego, del restaurante Echauren en Ezkaray (La Rioja).
La alcachofa es uno de los platos para los que siempre estoy dispuesto, pero estando fuera de temporada me contuve, y cuando vino el jefe de sala a tomar nota me las recomendó con entusiasmo y aquí están. Alcachofas fritas sobre una cama de all i oli con velo de tocino Joselito. Sin palabras.
La costilla de cerdo a baja temperatura al estilo Hoisin pensé que había que probarla. Dicho y hecho. La salsa Hoisin se elabora con soja fermentada, ajo, vinagre y algo de picante. Estaba rico.
De postre una torrija de brioche bañada en leche de coco. Muy buena.
Y para finalizar la "locura de chocolate" según palabras del maitre. Chocolate, pan crujiente, aceite y sal. Exquisito.
Un lugar totalmente recomendable para comer y para beber. Desde cualquier lugar del Cabo de Gata resulta cómodamente accesible.