
Orson es un restaurante poco convencional, no porque lo que allí se puede comer sea diferente a lo que puedes encontrar en otros, si no porque en él se puede disfrutar de dos de las gastronomías más importantes actualmente, la mediterránea y la peruana. La gastronomía peruana es ampliamente reconocida como una de las mejores del mundo y su plato emblemático el ceviche fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 6 de diciembre de 2023. También la dieta mediterránea es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2010. Tener la posibilidad de elegir indistintamente platos de una y otra cocina en una misma comida o cena es todo un lujo disponible en pocos sitios, seguro. El nivel de las elaboraciones es más que bueno y tanto una carta como la otra resultan sugestivas. Puedes optar por el ceviche de corvina o la croqueta de confit de pato, el calamar a la plancha con salsa romesco o la causa limeña de langostinos, el anticucho de ternera o la titaina con tonyina de sorra y huevo frito, unos y otros, se pueden elegir indistintamente. Nosotros siempre lo hacemos así, combinamos platos de una y otra cocina según las apetencias del día. En esta ocasión predominó la mediterránea, excepto en los postres. Además Melissa Kuoman ha elaborado una selecta carta de vinos para satisfacer cualquier paladar. ¡Ah! no dejes de pedir el Pisco Sour, lo bordan.

Empezamos con Perú, con la causa limeña de langostino y aguacate, con mahonesa de espirulina. Un entrante cremoso que combina muy bien el puré de patata amarilla con el aguacate y los langostinos. Sus sabores y texturas se mezclan en cada bocado y resulta deliciosa.

Después llegó la tapa española por excelencia. Las bravas que prepara Santiago Guerrero son espectaculares. Llevan el all i oli gratinado y encima la salsa picante clásica de este plato.

Titaina con tonyina de sorra (ventresca de atún en salazón) y huevo frito. Plato valenciano por excelencia al que no nos pudimos resistir. Estaba espectacular.

Sepia a la plancha con su tinta (sepia sucia). Otro plato típicamente valenciano que también estaba impresionante. Tierna y sabrosa, con su salsa Mery perfecta. Salsa clásica que se prepara con perejil, ajo, aceite de oliva y sal.

Seguimos con un espectacular calamar a la plancha con salsa romesco en su base. Salsa tradicional originaria de la zona de Tarragona, conocida por su sabor distintivo y su versatilidad en la cocina. Se elabora principalmente con tomate, pimiento rojo, frutos secos tostados, entre otros ingredientes.

Volvemos a Perú con el plato de chancho asado al estilo "Chifa". El chancho es una pieza de carne de cerdo (aguja, lomo, panceta, etc...), y el estilo chifa es como se denomina a la cocina chino-peruana. En su elaboración se realiza un marinado con ingredientes propios de las dos culturas, a saber pisco, salsa de soja, salsa hoisin, aceite de sésamo, etc. Desconozco si en Orson utilizan estos mismos ingredientes, pero va por ahí la cosa.

Para culminar un suculento arroz al horno de puchero de los que hace Santiago. Desapareció todo en un momento. La variedad de arroces que puedes elegir además de este son la paella, fesols i naps, marinero de rape, con calamares y coliflor o fideuà de marisco.

Los postres si que tienen su toque peruano, como esta tarta de queso con maracuyá. Distinta a todo lo que has probado.

No dejes de pedir las trufas de cacao peruano y Lúcuma (fruta andina). El cacao peruano es famoso por su altísima calidad. Ya te imaginas como están estas trufas. La lúcuma (Pouteria lucuma) es una fruta que se cultiva en los Andes. Tiene un sabor intenso que recuerda al jarabe de arce y se emplea cocida en tartas, pasteles, helados y otros postres. De vicio.

Pedimos a Melissa que nos recomendara un blanco para empezar con el menú y nos ofreció este alvariño portugués. Quinta de Soalheiro Alvarinho 2023. Un vino cítrico, especialmente aromático, con recuerdos tropicales y un paladar mineral, fresco y elegante. Es un vino que seduce con su color amarillo limón radiante. Al acercarlo a la nariz, se despliega una fragancia dominada por intensas notas de piña, melocotón y un sutil toque de cítricos que aportan una frescura exquisita. En boca, se perciben sabores tropicales perfectamente equilibrados con su buena acidez y una textura mineral característica. Magnífica recomendación.

Después tomamos este Lalume 2022, elaborado con la variedad Treixadura por la Bodega Dominio do Bibei, perteneciente a la DO Ribeiro. En nariz, destaca por su intensidad alta, donde emergen aromas frutales, acompañados de notas florales y un toque de hierbas aromáticas. En boca, presenta una buena acidez y una estructura densa y glicérica, con un final largo y cremoso. Es un vino que invita a disfrutar de su frescura y complejidad.

Para acabar este fue el que nos acompañó. José Gil Viñedos en San Vicente de la Sonsierra 2023, con 94 puntos Parker. Presenta un aroma afrutado, fresco y profundo. Ofrece aromas de fresa y de mora que dan paso a apuntes de regaliz y de violetas. En boca se nota un paso sabroso y con buena textura. Se perciben notas de madera discreta y taninos integrados. La fruta siempre es la protagonista. Un vino espectacular. Para seguir bebiendo.
Como curiosidad, este vino termina criándose en una construcción similar a una cueva situada en las laderas del castillo de San Vicente de la Sonsierra.
Que te quede claro, cocina peruana y mediterránea para combinar y arroces de buen nivel, ¿quién da más?