
Este vino lo probé gracias a que el que habíamos pedido estaba agotado en el restaurante. Así que Álex, sumiller de Xaruga, nos recomendó este como un vino casi de culto, muy bien estructurado y muy redondo. Todo ello es realmente cierto, pero además es delicioso. Suave, elegante y muy equilibrado. Además resulta fresco y sabroso.
Ejemplo excepcional de cómo un viñedo de escasa altitud ubicado en la zona meridional de Jumilla puede expresarse con tanta franqueza varietal. Tiene notas balsámicas, de cacao, fruta negra y una barrica sutil. Boca amable, de cuerpo fresco y una acidez bien conseguida.
Mandiles es sin duda el viñedo protagonista del Estrecho de Marín, en el sur de la DOP Jumilla, es como el anciano sabio que sabe sortear cualquier situación que se le presente en la vida. Cuando se plantó, hace 72 años (1952), se hizo mirando al norte, para que las raíces tuvieran siempre la sombra de sus propios sarmientos y pudiera así sobrevivir a tantos años escasos de humedad. Hundiendo sus raíces para sacar agua de lo más profundo y sobreviviendo a pedriscos, plagas y malas prácticas. Un superviviente.
