Pensando en la denominación de origen Ribeiro, que es la más antigua de las cinco zonas vitivinícolas de Galicia, me ha venido a la cabeza un recuerdo de mi juventud, cuando salíamos a tomar vinos y en las tascas gallegas siempre servían invariablemente aquel vino fresco y ligerito, servido en tazas de porcelana blanca de boca muy ancha, que entraba fácil y que tanto nos gustaba.
¿Lo recordáis? Pues para los nostálgicos, os informo que se sigue vendiendo, con éxito.
Bueno pero el vino del que os voy a hablar hoy no tiene nada que ver con aquel de nuestra juventud. Hoy traigo un vino serio, pero no aburrido, un vino al que se le ha cuidado hasta el más mínimo detalle en cada una de sus elaboraciones, para potenciar la variedad gallega treixadura y elaborar, así, un gran vino.
Tuve la ocasión de tomarlo en Canalla Bistró y disfrutarlo con sus ricas elaboraciones.
Hay otro Ramón do Casar, que lleva tres variedades, las Treixadura, Godello y Albariño. Que es más fácil de encontrar. Está bueno, pero prefiero éste monovarietal de Treixadura. Fijaos que la etiqueta del anterior lleva rotulada la variedad y aparece un cura en la imagen.
Es un vino franco y elegante. Tiene un aroma limpio, con notas cítricas y herbales. En boca se percibe persistente, equilibrado y bien estructurado.
La ficha la podéis consultar a continuación.