Fácil y resultona
Ingredientes para dos personas: ½ kg. de rape en filetes, 4 cucharadas soperas de aceite, 1 cebolla, 2 dientes de ajo grande, ¼ vaso de coñac, ½ vaso de vino blanco seco, 1 cucharadita de hierbas aromáticas, 2 tomates medianos maduros, 1 cucharada de ketchup o salsa de tomate, un chorro de limón, 1 cucharada de perejil picado, 1 poco de harina, ½ cucharadita de cayena (guindilla), sal y pimienta.
Corta el rape en filetes gruesos, para que mantenga su jugosidad en el interior al freírlo.
En una sartén amplia pon 3 cucharadas de aceite a calentar. Sala cada filete, pásalo por harina ligeramente y ponlo en la sartén a rehogar hasta que la carne esté blanca mate. Reserva en un plato.
En el mismo aceite del que has sacado el rape sofríe la cebolla pelada y picada en juliana, junto al diente de ajo pelado y picado. Rehoga durante dos o tres minutos, hasta que veas que la cebolla se pone blanda.
A continuación añade el tomate troceado en brunoise (dados pequeños). Espolvorea con las hierbas aromáticas, la pimienta, la salsa de tomate y la cayena, echa el coñac. Después añade el vino blanco. Sala ligeramente, tapa la sartén con una tapadera y cuece a fuego medio durante 20 minutos. No hace falta decir que en estos momentos el alcohol del coñac y el vino ya se ha evaporado.
Tritura la salsa, añade el chorrito de zumo de limón, cubre con ella el fondo del plato y coloca el rape encima. Espolvorea con el perejil picado.
La salsa americana se cree que tuvo su origen en 1870, cuando un cocinero francés, Pierre Fraisse, improvisó una cena para unos amigos, ante la falta de otros ingredientes, aunque parece que se inspiró en sus orígenes del sur francés, donde ya existía desde el siglo XVII la tradición de guisar pescados con coñac y tomate.
A pesar de su nombre rimbombante, esta receta también es fácil. Si tienes alguna duda, ya sabes, a través de los comentarios de aquí abajo nos aclararemos.