Hace unos días probé este plato en un restaurante indo-nepalí y me cautivó tanto que me informé y reproduje la receta en casa, con más o menos éxito, pero el que yo he preparado me encanta tanto que lo prefiero. Autosatisfacción.
Lo que en un principio podía parecer una gran complicación, encontrar las especias necesarias, fue de lo más sencillo. Las tiendas de productos orientales las tienen todas. La más complicada para mí fueron las semillas de Ajwain, por eso las sustituí por tomillo la primera vez, ya que tienen un sabor parecido a ésta hierba mediterránea aunque más intenso, pero ahora ya dispongo de ellas.
Los ingredientes son los siguientes, lógicamente los langostinos limpios de tripa, unos veinte para que haya cinco al menos por persona, o 24 o 28 los que queráis. Se puede hacer con gambas, pero en este plato prefiero la textura del langostino. 5 cucharadas de aceite vegetal, para la cocina oriental recomiendan que sea de girasol, ya que el de oliva es muy intenso y tamiza los sutiles aromas de algunas especias, 2 cebollas tiernas picadas, 20 grs de jengibre tierno rallado y 6 dientes de ajo rallados, juntos. En algunos sitios se puede encontrar esta pasta de jengibre y ajo rallados envasados.
1 o 2 guindillas verdes picadas, al gusto de cada uno, si no encontráis guindilla verde, se puede utilizar cualquier otra, no modifica tanto el sabor.
Las guindillas se pican para sofreírlas junto con la cebolla. Se recomienda eliminar las semillas si quieres suavizar la intensidad del picante. Se añaden 800 gr. de tomates pelados y troceados en cubitos pequeños, 1 cucharadita de cilantro molido, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de garam masala, 2 cucharaditas de fenugreek, 1/2 cucharadita de semillas de Ajwain (carom) o 1 cucharadita de tomillo en su lugar, 1/4 cucharadita de guindilla roja en polvo, sal y pimienta fresca al gusto, un puñado de hojas de cilantro fresco picado. Una cucharadita equivale aproximadamente a 5 gramos.
Sofreímos las cabezas y las pieles de los langostinos, y después las cocemos con un poco de agua para obtener 50 ml de caldo.
En un wok, sartén profunda o en una olla de vuestra elección, se calienta el aceite y después se añade la cebolla tierna picada y se trabaja hasta que se vuelva transparente.
Después añadir el jengibre, el ajo y las guindillas. Saltear durante un par de minutos. Añadir los tomates troceados en dados, el cilantro molido y el comino, las semillas de Ajwain o el tomillo, el fenugreek y el polvo de guindilla roja. Cocinar a fuego lento moviendo de vez en cuando, hasta que el tomate esté hecho, unos quince minutos. En este momento se añade el garam masala, 50 ml de caldo de las gambas y dejar cocinar durante un par de minutos más. La salsa debería ser espesa.
Cuando ya está se añaden los langostinos, para que se cuezan también durante otros dos minutos.
Cuando ha finalizado se añaden las hojas de cilantro fresco picadas y se emplata acompañado de arroz basmati u otro arroz largo, pero es preferible el primero ya que es más aromático.
Como se aprecia por la descripción, se trata de un plato sencillísimo y os garantizo que si se respetan las proporciones de los ingredientes, el orden de incorporación y los tiempos de cocción, sale perfecto seguro. ¡Animaos!