Hace unos doce años tuve la satisfacción de visitar por primera vez éste restaurante, y digo satisfacción por lo que os voy a contar. Era la semana de la feria del mueble, cuando Valencia se llenaba de empresas con posibilidades de gastar dinero y los restaurantes se abarrotaban de comerciales que agasajaban a clientes. Yo tenía una reserva para una noche de jueves, iba solo como en otras ocasiones. Eladio en persona me  asignó una espléndida mesa redonda en la que cabían al menos ocho personas. Todo el comedor estaba lleno.

Me acababa de sentar cuando apareció en la puerta un grupo de potenciales clientes, como cinco o seis, pidiendo mesa. Por su aspecto deduje que se trataba de profesionales del mueble que iban a dejarse bastante dinero en una cena. Como parecía que no tenían reserva, pensé que mi mesa era ideal para ellos y me imaginé trasladado a algún rincón del comedor en una mesita improvisada o que se me pidiese compartirla con ellos, pues cabíamos perfectamente. Pero Eladio demostró ser todo un profesional y les dijo que no había ninguna mesa libre. Yo veía como miraban hacia el apetecible sitio que ocupaba, pero no consiguieron entrar y allí me quedé solo, en una mesa de ocho degustando mis platos y acordándome de los que se habían quedado en la calle debido al respeto de Eladio por cada uno de sus clientes. Era obvio que la cuenta de ellos sería mucho mayor que la mía. Ahora es su hijo Michel el que regenta el restaurante. Eladio creo que se ha jubilado, aunque se le ve por allí con frecuencia. Se nota que lo lleva en la sangre. Sigue ubicado en la calle Chiva número 40 de Valencia 46018. Teléfono 963 842 244.

El local mantiene el ambiente de hace unos años. La sala es cómoda y las mesas tienen un tamaño más que suficiente. Bien vestidas y perfectamente equipadas, con buena cristalería y vajilla. La carta de vinos es bastante extensa y equilibrada, con vinos blancos gallegos y de Rueda principalmente,  tinos de Rioja, Ribera del Duero, Valencia, Castilla y La Mancha. Los precios son equilibrados.

Nosotros pedimos un Mauro 2007. Excelente vino elaborado con las variedades tempranillo y shiraz en Tudela de Duero, Valladolid,  que nunca defrauda. 35 euros. En la web del restaurante hay ofertas especiales para las reservas que se realizan a través de la página.  En esta ocasión elegimos una de las ofertas.

El menú para dos, que se compone de aperitivo,  dos entradas, dos pescados, una carne, postre, agua y café. Además incluye una botella de cava brut nature Hoya de Cadenas.

De aperitivo nos sirvieron una croquetas de atún. Buena textura y sabor.

El primer plato del menú fue una ensalada templada de vieiras, setas de cardo y gambas. Con un aliño de mostaza excelente. La fuimos acompañando con el cava.

El segundo una terrina de foie elaborado en el restaurante, con cebolla caramelizada y un fondo de salsa española con frambuesa. Mucha calidad.

A continuación un lomo de salmonete con ensalada de tomate y rábano, acompañado de una juliana de judía. Excelente materia prima, uno de los mejores platos, dentro de su sencillez existía cohesión y armonía.

El siguiente plato es uno de los imprescindibles. Lo he comido en varias ocasiones. Un bacalao al estilo del chef, gratinado con ajo confitado y compota de tomate.  No hay que dejar de probarlo alguna vez.

El plato de carne consiste en unos escalopines de ternera con espinacas, puré de patatas con aroma de chorizo y setas. El puré muy logrado y sorprendente, la carne tierna y en su punto.

De postre un surtido casero, a base de tocino de cielo, mousse de chocolate blanco, mousse de chocolate negro, hojaldre con crema pastelera y chocolate. Un menú de seis platos por cuarenta y cinco euros mas iva muy competitivo.