Cocina mediterránea con alguna influencia exótica
Dénia fue elegida por la UNESCO en el año 2015 "Ciudad creativa de la gastronomía", cuanto más la conozco más acertada me parece esta designación, ya que el nivel de calidad y creatividad de los numerosos restaurantes que existen es muy alto, y es frecuente la posibilidad de descubrir uno nuevo digno de mención. En este caso uno nuevo para mí, que hasta ahora me había pasado desapercibido y que he visitado dos veces en una semana.
La carta es muy variada, recoge muchos platos de la cocina tradicional valenciana, abarcando todas sus especialidades, desde mariscos y moluscos hasta carnes y pescados, pasando por arroces de todo tipo, fideuàs y calderetas. Pero además hay platos a los que se les ha dado un toque original para hacerlos aún más atractivos, como esos berberechos con garam massala o las almejas con jugo de algas codium y plancton marino.
O también ese rape con curry y las ortiguillas de mar sobre alga wakame que figuran entre las sugerencias del día.
Como se puede apreciar el restaurante está muy próximo a la playa, hay una parte de la terraza que aún está más próxima al mar.
El comedor interior es amplio y perfectamente acondicionado. Además el restaurante tiene aparcamiento propio para los clientes.
Entre los platos que elegidos está este carpaccio de rape y gambas con verduras dulce picantes y wan-ton. La salsa que llevaba era un poco dulce y no aportaba nada positivo al conjunto, para mi gusto. Es bien sabido que los contrastes dulces en platos "salados" no son generalmente de mi agrado.
Berberechos con salsa marinera de garam massala y alga codium. Excelentes. El conjunto de estas especias indias respeta el sabor del berberecho pero le aporta viveza y resulta muy estimulante.
Vieiras con spaguetti de calamar y jugo con su tinta. Otro plato redondo, las vieiras muy sabrosas y perfectamente acompañadas. La salsa exquisita.
Un plato muy refrescante y típicamente valenciano. Tomate del terreno con ventresca de atún en aceite, anchoas, alcaparras, tomate seco y cebolla tierna. Lástima que las insulsas aceitunas, deshuesadas y de bote, desmerecen con respecto al resto de ingredientes.
Ortiguillas de mar en tempura con algas wakeme, codium y lechuga de mar. Muy buenas y bien acompañadas por el surtido de algas. Un plato cien por cien marinero.
Exquisito este esturión con jugo de marisco y crema de raíz de apio. Sin duda el mejor de los que se probaron.
Cocina mediterránea en estado puro. La calidad de los nobles ingredientes, rape y langosta, hacen que el caldo de la caldereta sea tan importante como ellos en el conjunto del guiso. A cucharadas y con ayuda de pan hay que dar cuenta de ese exquisito jugo.
Tropical se llama este postre, compuesto de cremoso de mango y maracuyá, lámina de chocolate y piña. Acompañado de frambuesa, fresa, crumble de galleta y hierbabuena. Un primer postre refrescante.
Milhojas de creps con chocolate y mousse de mascarpone. También con frambuesa, physalis y crumble de galleta. Elegante y sabroso ¡Chocolate y queso!
La carta de vinos no es muy extensa, pero está bien estructurada y tiene cosas interesantes como este Caraballas, 100% verdejo ecológico. Fresco, aromático y equilibrado.
También figura en carta entre otros este José Pariente, un verdejo de la DO Rueda que nunca defrauda. Elegante y complejo, untuoso y fresco en boca, con unos aromas cítricos muy sutiles.
Esta ha sido la experiencia en el restaurante Estanyó, al que sin duda animo a visitar. Bien el local y su situación, muy buena la atención y una cocina más que correcta y muy interesante.