Granada es una ciudad llena de rincones espectaculares y bellos, pero una de las zonas que mas atractivo tienen para mí es la del Albaicín. En lo más alto se puede ver la ciudad y al frente La Alhambra y tras de ella Sierra Nevada.
Pues allí en el mirador de San Nicolás, en la casa que fuera de Enrique Morente, se encuentra este interesante restaurante, con su estructura en varios pisos, está provisto de varios comedores de distintos tamaños y una amplia terraza.
Algunas de las mesas tienen unas vistas privilegiadas directamente a La Alhambra.
La carta es de inspiración andaluza con toques de cocina francesa, el chef es Christophe Joly. Los platos bien presentados y abundantes. La oferta de vinos es interesante con buenas propuestas
De aperitivo nos sirvieron un gazpacho de fresas.
De entradas para compartir pedimos una ensalada de crujiente de camembert y torta de queso de cabra, sobre mezclum de ensalada y nueces.
Para acompañar a las entradas una botella de Martín Berdugo, verdejo 2011, de la DO Rueda.
Otra ensalada, esta templada de carabineros con sus verduritas salteadas al aceite de curry .
Después un carpaccio de ñu (exótico) con boletus y flan de mi cuit.
Para acabar las entradas un mi cuit, otra vez, de foie de pato con confitura de cebolla roja.
De pescado un rodaballo sobre timbal de sepia encebollada, puré de apio bola y huevas de agua de mar. Espectacular.
El segundo vino el tinto de Emilio Moro 2008, de la DO Ribera del Duero
El de carne fue un cochinillo ibérico confitado, puré de ciruela y salsa de tamarindo. Rico, rico, rico.
Los postres impresionantes. Pedimos una degustación y ocho chocolates. Estos ya los tomamos en la terraza.
Un sitio muy romántico que debe ser espectacular por la noche. Vale la pena ir cuando se pasa por Granada.