¡Todo de 10!
Me encanta ir al restaurante La Ereta, es un lugar que me parece especial, por su ubicación, en el monte Benacantil, al lado del castillo de Santa Bárbara y el mar al fondo, por sus instalaciones, por su personal y por su cocina. Pero de todo esto ya hablé en esta anterior ocasión, por lo que os remito a ella para los que os interese conocer esos detalles.
Ha cambiado el número de menús, en la otra visita ofrecían tres (Ereta, Ni tanto ni tan calvo y A Tutiplein) Actualmente se han reducido a dos, sigue el Ereta, que es el más corto y el otro es el llamado Degustación, que es una ampliación del primero al que se le han añadido dos platos y un postre.
Elegimos el menú Ereta, que estaba compuesto por los platos que figuran con asterisco, y pedimos que nos incluyesen el plato de las alcachofas, a lo que accedieron sin ningún problema, con lo que tuvimos un tercera opción de menú.
Empezamos con unos snacks compuestos de hueva de mújol con almendra frita, grissini de oliva y algas envuelto con una especie de cecina de corvina y arriba una "Cangreburguer" de cangrejo de caparazón tierno rebozado, el pan de alga espirulina. Buen comienzo, esto promete.
Nos ofrecieron una degustación de aceite Señorios de Relleu, elaborado con aceitunas de la montaña de Alicante recolectadas a mano directamente del árbol en fase de envero. Lo acompañamos con panes de focaccia, rústico de albahaca y eneldo y el integral de masa madre. Tomo nota del aceite, el "intenso".
"Ensalada de la casa", lleva en el exterior una crema de lechuga, dentro una salsa elaborada con el aliño de la ensalada, ijada de atún rojo en semi salazón, tomate, col lombarda encurtida y polvo helado de lechuga. Mucho trabajo lleva esta ensalada. Rica.
"Cebolla3" en texturas. En el fondo una royal de cebolla, en el centro delante cebolla caramelizada, a su lado asada, encima frita y en la parte superior una esfera blanca de cebolla liofilizada, acompañado todo de una yema de huevo curada. ¡Espectacular! Fue el plato que más me gustó.
"Alcachofas ibéricas". En el fondo una crema de jamón ibérico, unas láminas finas de papada ibérica y en el centro un taco de morro de cerdo confitado y luego glaseado, encima de todo eso tres texturas de alcachofa, a la brasa, confitada y en chips. Muy bueno. Una buena decisión incorporar este plato a nuestro menú a medida.
"Boloñesa de sepia". Tallarines de alga kombu, fideos de sepia, jugo de erizos y encima un aire de queso de oveja, coronado con una flor de borraja. Lo tenía difícil después de los dos platos anteriores, pero mantuvo el tipo.
"Arroz a banda". Una presentación diferente del famoso plato, un arroz bien "socarrat" (tostado), acompañado de un tartar de gamba roja y un all i oli de azafrán. El detalle del tartar de gamba roja le da un "plus" al plato, ya que contrasta y suaviza el arroz y le aporta un sabor especial.
"Mogote, remolacha y habitas". El mogote es una pieza que está entre la nuca y el cuello del cerdo, éste está confitado, luego asado al horno, pasado por la plancha y después ahumado. Lo acompañan una crema de remolacha con cítricos, habas salteadas y brote de guisante. Muy sabroso.
El vino elegido fue este Arroyo de Arrayán, elaborado con las variedades garnacha blanca y garnacha gris por Bodegas Arrayán, plantadas en la Finca La Verdosa (Toledo). Me pareció un vino de una cualidad aromática muy elegante, con aromas de fruta blanca y flores. Complejo en boca y persistente. Interesante. Es el resultado de un proyecto de recuperación variedades que se estaban abandonando en Castilla-La Mancha. Vanesa, la sumiller, nos asesoró perfectamente sobre este vino que para nosotros era desconocido.
"¿Tarta de Manzana?". Una tarta de manzana desestructurada, compuesta de un canelón hecho de compota de manzana relleno de crema pastelera, galleta triturada "sablé bretón", helado de manzana con una flor de campanilla roja, un buñuelo de manzana con crema pastelera y un toque de miel. La palabra «sablé» se traduce como «arenado». Es decir que la masa de la que está hecha la galleta es tan frágil y crujiente que se deshace con facilidad.
Sin duda la experiencia es muy recomendable. Éste es uno de los restaurantes emblemáticos de Alicante, desde mi punto de vista.
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca