Del Mediterráneo a Perú sin moverse de la mesa
No voy a decir nada nuevo de Orson, ya he comentado aquí y aquí, algunas cosas, de las muchas que se pueden decir, pero las dejo para otros que las sabrán decir mejor. Melissa Kuoman y Santiago Guerrero no necesitan demostrar nada a estas alturas de su recorrido como gestores de este restaurante, además de sumiller, cocinero y jefes de sala. Ahora llega el turno de recordar, de disfrutar de lo comido y bebido en está última ocasión, pero no definitiva, ya que habrá muchas más. Orson es uno de los restaurantes imprescindibles del panorama gastronómico valenciano. Sin florituras ni gestos teatrales innecesarios, con seriedad y buen oficio, con simpatía y cercanía, es como hacen que sientas que has estado en un buen restaurante.
Sentarte a la mesa y encontrarte con dos cartas tan diferentes y tan interesantes a mí me encanta. Y disfruto combinando platos mediterráneos con peruanos. Ésto fue lo que tomamos en esta ocasión.
Bravas. Una tapa muy típica pero a la que aquí se le dan algunos toques que las dejan espectaculares de textura y sabor. Están elaboradas en dos cocciones, quedando crujientes por fuera y tiernas por dentro, llevan el “all i oli” gratinado, pimentón picante y un puntito de ají rocoto.
Titaina con sardina de bota, canela, almendras tostadas, pimienta de Madagascar, cebolleta verde fresca y un huevo frito encima. ¡Qué más se puede pedir!
Unas alcachofas con salsa romesco, estaban espectaculares. Tiernas y sabrosas con un acompañamiento ideal.
Ají de gallina. Plato emblemático peruano. Hemos cruzado el atlántico y América del Sur de este a oeste, llegando hasta las costas del Pacífico, para degustar este sabroso guiso. Lleva una crema espesa con un toque picante que contiene gallina desmenuzada, acompañada de patata morada, huevos cocidos, aceitunas kalamata y algún trozo de chile rojo. Muy rico.
Los arroces de Santiago son famosos y hoy se nos antojaba uno. Elegimos el arroz al horno en “llanda” de carrillera de ternera y repollo. Exquisito.
No nos podemos resistir a pedir, como siempre, la tarta de queso con mascarpone y maracuyá.
Un helado artesano de turrón fue la otra elección, también acertada.
Por recomendación de Melissa, tomamos este MIX tinto de la Bodega Mixtura Parajes. Un vino gallego no adscrito a ninguna denominación de origen. Elaborado con un 40% Mencía del Bierzo, 30% Caiño, 20% Brancellao y un 10% Sousón, en la zona de Ribeiro. Se fermentan las distintas variedades en barricas viejas de roble francés durante doce meses y se ensamblan después para realizar la maloláctica. El resultado es un vino muy interesante, con aromas de frutas y de la crianza en madera. Equilibrado y sedoso en boca. Me gustó probarlo.
¡Hasta la próxima!
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca