Un sábado de septiembre nos citamos once aficionados a la mesa en este restaurante, que se encuentra en la calle
Bernía número 4 de Valencia, entre la Avenida de Ausias March y la Carretera de la Fuente de San Luis. Teléfonos 963 815 436 y 628 094 135.
La entrada se encuentra algo oculta por los árboles de las aceras, pero no hay problemas para localizarlo. Tiene, para mi gusto, un diseño atractivo. Como se ve está rotulado por la empresa como arrocería, pero no es este un plato exclusivo de la carta.
El local sigue la tendencia de lo visto en la entrada, es moderno, recién inaugurado o reformado, amplio, de líneas sencillas, tonos suaves en las paredes, bien iluminado durante el día, climatización confortable, mobiliario moderno y cómodo. Los aseos impecables. Me gustó el detalle de las mesas que, al estar dotadas de un único pie central, éste nunca molesta a los que tienen que sentarse entre dos de ellas.
La mesas están bien equipadas, de tamaño adecuado, con manteles inmaculados, vajilla, copas y vasos correctos
Un detalle a destacar es que tienen una pequeña selección de cervezas que permite salirse de las clásicas que imperan, como un monopolio, en casi todos los restaurantes. En la foto se pueden apreciar una lager alemana la Paulaner, dos nacionales pero bien diferentes entre si, como son la Alhambra Reserva y la San Miguel Selecta, para finalizar con una cerveza de trigo, la Sanwald.
En la carta predominan los arroces y paellas de fideos, con un buen surtido para todos los gustos, como ocurrió entre los once que nos sentábamos a la mesa, pedimos tres paellas diferentes. Hay también varias entradas, carnes y pescados, para poder elegir otras opciones distintas de los arroces.
La primera entrada que pedimos fue una clásica de patatas bravas, una apuesta arriesgada ya que es difícil encontrar hoy unas buenas bravas. Estas estaban casi perfectas, crujientes en su justa medida y con una salsa que efectivamente las hacía “bravas”, como deben ser. Nos gustaron bastante.
La segunda entrada unos chipirones en su tinta con salsa verde. Buenos y sabrosos, aunque nos parecieron algo escasos. He de reconocer que pedimos pocas raciones para los que éramos.
La última entrada fueron unas mollejas de cordero con salsa de chirivía. Estaban guisadas y bien aderezadas. También agradaron bastante.
Los segundos platos fueron principalmente de paella. Uno de ellos arroz a banda, en su punto y de abundante ración.
Otro de los segundos consistió en una paella de fideos negros muy conseguida. También de ración abundante.
El tercer arroz fue una paella de puntillas con ajos tiernos. Como se puede apreciar la carta tiene sugerencias bastante originales y fuera de lo común en la mayoría de restaurantes especializados en arroces.
Un plato pedido por los no arroceros fue un bacalao a la vizcaína que estaba correcto.
El otro plato de pescado fue rape envuelto con patatas y cebolla confitada. A pesar de su atractiva descripción, fue el peor de todos ya que resultó seco e insulso y no gustó nada.
Para acompañar estos platos pedimos, después de las cervezas del aperitivo, un vino blanco de Rueda,
Palacio de Bornos 2009. Es un vino que resulta siempre con una muy buena relación calidad precio. Fresco y aromático como siempre.
El segundo de los vinos fue un Ribera del Duero,
Legaris crianza del 2006. Bodega que pertenece al Grupo Codorniu. Tuvo buena aceptación.
El tercero de los vinos fue de la DO Utiel Requena.
Nodus crianza 2007. Bastante conocido por todos, casi tanto como el Palacio de Bornos. Buena relación calidad precio.
Los postres bastante surtidos y bien aceptados por casi todos. Tomamos milhojas de café con crema pastelera, peras fritas con helado de mandarina, puding, sorbete de mandarina, tarta de chocolate blanco y negro y tarta de queso y fresas.
En conclusión, un sitio recomendable para hacer una comida familiar y disfrutar de buenas paellas de arroces o fideos. El servicio es muy atento, aunque se aprecia algo de falta de personal para un local de estas dimensiones. El precio medio de lo que comimos, sin contar las bebidas, está rondando los veinte euros.
