Cuando eliges un buen vino y lo puedes disfrutar no se te olvida nunca.

Me encontré con esta maravilla en el restaurante El Cierzo, aunque tengo que reconocer que era mi segunda opción pero, como del primero que tenía pensado tomar no les quedaban existencias, opté por este reserva de Rioja. Fue una suerte ya que me gustó mucho.

Me ofrecieron decantarlo, lo cual no me parecía necesario ya que estamos hablando de un reserva del 2019, cuando lo probé lo noté ligeramente cerrado y, aunque airearlo en la copa hubiera sido suficiente, accedí a la decantación ya que estaba claro que no le iba a perjudicar. Se nota que es un vino tímido, le cuesta un poco abrirse, pero cuando lo hace te ofrece lo mejor de sí mismo.

Estos vinos son para disfrutarlos en la mesa, vinos que no saturan el paladar, hechos para degustar y ser disfrutados con una y otra copa, vinos para repetir. Es grato, oscuro, profundo, es la primera impresión; frutal, maduro, balsámico la segunda. Conclusión: un vino complejo, rico en matices, expresivo, redondo y placentero. De verdad, está hecho para repetir.

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