Déjate caer por una de las zonas de tapeo de Albacete, la que está en las inmediaciones de la calle Tejares, allí en la esquina con Jesús Nazareno te encontrarás con esta coqueta taberna en la que la decoración, moderna, alegre y original, solo es un anticipo de lo que vas a disfrutar en ella. En la carta encontrarás una buena selección de platos que te encantarán y te gustarán cuando los pruebes, cocina manchega tradicional pero con un toque innovador, también dispones de dos menús diferentes para elegir y así optar a buenas elaboraciones seleccionadas por ellos con los que harás un recorrido por platos emblemáticos. Estuvimos un fin de semana en Albacete y probamos cuatro restaurantes, éste, con diferencia, es el que recuerdo con más agrado. El personal es muy atento y profesional, te lo hacen todo fácil y a tu gusto, dentro de sus posibilidades.
Elegimos uno de los menús con dos opciones diferentes para el plato principal. Empezamos a gran altura con este jamón ibérico de cebo. Exquisito, puede que fuera de los que vienen precortados y envasados al vacío, pero tenía un sabor excepcional.
Junto con el jamón nos sacaron este queso curado con manteca, que no le podía hacer sombra al primero pero brilló a gran altura. Exquisito, un buen queso.
El menú continuaba con estas gambas rojas a la plancha, estaban muy ricas de sabor, aunque se notaba al pelarlas que habían estado congeladas, pero en un menú de 48 euros no se puede exigir mucho más.
A continuación nos sirvieron esta ensalada templada de ventresca y gambón. Nos informaron de que la ventresca no era de conserva en aceite, ésta la elaboran ellos mismos a partir de producto fresco. Realmente estaba distinta y muy buena. A la vista se aprecia la consistencia de la carne. Los gambones también bien.
Le llegó el turno al salteado de boletus con cremoso de foie, crujientes de jamón ibérico, huevo campero ecológico a baja temperatura, polvo de jamón y una especie de pan ácimo, de los que se elaboran sin levadura. Un plato contundente que tuvo que lidiar con unos compañeros de repertorio de calidad suprema.
En el menú que seleccionamos había tres opciones para elegir el plato principal, así que aprovechamos y pedimos dos distintos. Uno fue este bacalao gratinado con alioli y verduras asadas, con la piel del bacalao crujiente. Realmente estaba bueno, las verduras sabrosas y el pescado en su punto. Un acierto.
Si el bacalao estaba bueno no te quiero ni decir como estaba este entrecot de Black Angus. Tierno es decir poco, sabroso como el que más y jugoso, etc, etc... Para comer una vaca entera.
De postres las opciones eran las de la carta, uno de los elegidos fue esta Panna Cotta de chocolate blanco con frutos rojos. Muy buena y con una presentación muy cuidada.
El otro postre elegido fue un habitual, el brownie de chocolate con helado. Para los amantes del chocolate es un acierto seguro.
Encontrar en la carta de vinos referencias infalibles te da una confianza en todas las demás opciones ya que cuando aparecen estos iconos que nunca fallan, significa que los demás elegidos han seguido el mismo criterio de selección. Por eso encontrar este Cantayano de Bodegas Cantalapiedra, un monovarietal de verdejo, que a pesar de sus características no está adscrito a la denominación de origen Rueda, sino que está etiquetado como vino de la Tierra de Castilla y León, en él predominan los aromas especiados y de fruta madura, lo que le aporta complejidad. Se muestra poderoso, sabroso, untuoso y largo, con un punto graso que lo convierte en un vino también muy gastronómico. De lo mejor de esa zona.
Otro que no falla y que le da a la carta de vinos de la Taberna marchamo de calidad es este Antídoto 2023, se trata de un vino tinto de color rojo picota con una intensidad aromática que destaca por sus notas de frutas rojas como cerezas y frambuesas, acompañadas de toques de especias y un sutil ahumado de la madera. En boca, se presenta equilibrado, con una buena acidez y taninos suaves que resaltan su carácter afrutado. Su perfil es fluido y ligero, ideal para quienes buscan un vino joven y fresco. Para todos los públicos, no defrauda, al contrario convence siempre.
Algunos, muchos, no se percatan en que recipientes les sirven el vino, a veces son copas orinal de bordes gruesos y pesadas, o mini copas que no dejan respirar al vino, pero si fuésemos conscientes de este detalle lo disfrutaríamos más y exigiríamos un cambio de copas. Aquí cuidan ese detalle.
Los guiños de la decoración son numerosos, como éste de las lámparas hechas con botellas de cerveza. El local es un espectáculo.
Visítalo.