Cocina de fusión multicultural

Javier Linares, a pesar de su juventud, ya atesora un buen bagaje de conocimientos adquiridos, en parte por haber trabajando con buenos profesionales en sus inicios, a lo que se añade su innata capacidad para interpretar la cocina desde un punto de vista muy particular y global a la vez, sin desatender el entorno cultural en el que se encuentra ubicado el restaurante. Esto hace de él un cocinero con una proyección muy prometedora, gracias sobre todo a su claridad de ideas, lo que hace que sus propuestas sean atractivas y sugerentes. Siempre consigue sorprender al comensal con un menú distinto cada semana, lleno de imaginación y calidad. 

El menú del día tiene dos opciones una corta, por 14,50 €, y una larga con tres entradas, en lugar de una, por 19,50 € ¡Una ganga! Por la noche hay opción de carta.

El menú de la tercera semana de febrero de 2019 fue el siguiente:

Foierton de membrillo. Una elaboración de Javier que ya probamos en anteriores ocasiones. Una masa tierna y ligera rellena de membrillo. Un principio de aplauso.

Vichyssoise de coco y arenque ahumado. Contraste de sabores bien ensamblados. Estupendo.

Mollete de cazón en adobo. Un adobo sutil y sabroso. Uno de los destacables platos del menú.

Carbonara de txipirón y guanciale. El guanciale es papada de cerdo a la que se le añade sal, azúcar y especias (pimienta negra, tomillo o hinojo), que se deja curar durante unas 3 ó 4 semanas. Este plato, sin lugar a dudas fue el mejor del menú.

Arrós amb fessols i naps. Tradición y sabor que llena la boca. Muy bien elaborado.

Lomo saltado con arroz basmati y verduras. Plato de la gastronomía peruana. Yo prefiero el arroz aparte, pero estaba muy bueno. Soy un fan de la cocina peruana y me alegró mucho encontrar este plato en el menú.

Tarta de chocolate con con peta zetas de chocolate. Un postre ideal para los chocolateros como yo.

La taberna Mundua es una visita obligada para los que vivimos en Valencia y para los que no vivan tan cerca ¡Ánimo!