Para deleitarse comiendo
Cuando entras a este restaurante lo haces con confianza, tienes el presentimiento de que todo va a salir bien, que vas a estar en buenas manos. El ambiente es acogedor, con unos colores sobrios en las paredes, mesas vestidas con manteles blancos y, sobre todo, una sonrisa de bienvenida en todo el personal que te atiende. Hay tranquilidad y un recibimiento que se percibe muy honesto y afable. La experiencia resulta muy satisfactoria, ya que el proyecto está comandado por dos expertos profesionales, Rafael Molina y Juan Pablo Valencia, en los que se nota que ponen el alma en ello.
El restaurante funciona con un único menú que renuevan periódicamente, basado en la temporalidad, la calidad del producto y una elaboración respetuosa, todo ello a un precio muy competitivo, actualmente es de 35€, por eso la Guía Michelin 2022 lo ha incluido en la categoría de restaurante Bib Gourmand por su excelente relación calidad-precio.
Nos ofrecieron una degustación de aceite de oliva virgen extra ecológico, marca Xálima, elaborado con la variedad de aceituna "perdigón". Es un aceite extremeño de gran calidad, sabroso, frutoso y muy aromático. Una gozada
El primer pase del menú se compone de tomate Raff, capellán, molletes, albahaca, cebolla encurtida, aceite de albahaca y granizado de tomate. Muy refrescante y con agradables matices. Un entrante muy adecuado para iniciar una comida.
Continuamos con la "Coca amb tonyina" versionada, con la coca como una galleta pimentonada, cebolla confitada y atún en semi salazón. Espectacular. Muy rico este plato.
Callos de bacalao, con bacalao confitado, cebolla y tirabeques. Sabroso y un punto perfecto del pescado. Muy conseguido. Me gustó.
Huevo confitado, espuma de boletus, migas del Mediterráneo y cecina. Buen producto y buena elaboración. La mezcla que se hace con el huevo y las migas resulta sabrosa, mejorada con el aporte de la seta y rematada por la cecina.
Arroz a banda con carpaccio de gamba roja y calamar a la plancha. El arroz cubriendo escasamente el fondo de la paella, suelto y con el sabor concentrado del fumet y la típica salmorreta alicantina, imprescindible en todos los arroces de la zona y que tan buen resultado da. Le aporta un punto perfecto. Ya se la he incorporado a los arroces que hago en casa y me encanta.
El carpaccio de gamba roja va colocado en el fondo del plato para poner el arroz encima y comerlo junto. Pero pedimos que nos lo sirvieran por separado para hacer la mezcla nosotros.
De este modo.
El postre era una crema inglesa de limón, helado de cítricos, merengue y crumble. Muy buen final de comida, los cítricos limpian y refrescan el paladar, además de aromatizar y saborizar. No hay foto, estas cosas a veces pasan.
Es este un gran estandarte de la gastronomía alicantina, como ellos mismos han manifestado que quieren ser. Lo están consiguiendo. ¡Ánimo y hasta la próxima!
Parte de nuestra visión es que recuerdes a Tabula Rasa como un lugar íntimo, humilde y espontáneo (Tabula Rasa)
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca