Local de ambiente rústico con encanto
En la ciudad de Salamanca hay otro local de la misma firma "Tapas 2.0" más informal. En éste que yo visité hay una pequeña barra para tapear, pero la parte principal es el comedor, al que se accede por una corta escalera que hay al final de la barra.
El local resulta agradable, bien iluminado y espacioso. Las paredes son de piedra vista y el suelo de madera, lo que le da al conjunto un ambiente rústico pero elegante, aunque desenfadado. El personal de sala es muy atento, amable y competente.
Las mesas, sin manteles, pero con una buena base de madera acorde con el estilo del local.
El pan candeal con el sello de garantía de Arapiles, ha sido premiado y es elaborado por la quinta generación de maestros panaderos. El sello del pan se usaba antiguamente cuando se llevaba a cocer al horno comunitario, para distinguir las piezas de cada familia.
Un vino que se está convirtiendo en un habitual de mis comidas. Finca las Caraballas es un vino de cultivo ecológico, elaborado con la variedad verdejo, joven sin barrica, con seis meses de crianza sobre sus lías. La finca está en Medina del Campo (Valladolid) y no está adscrita a la DO Rueda. Es un vino fresco pero complejo en matices.
En toda la carta, excepto los postres, se puede elegir entre tapa o plato. En este caso todas las opciones fueron de tapa a compartir, menos la primera.
Gambón a la plancha en suquet de marisco con un toque de chile. Estaba bueno, el suquet muy sabroso.
Bravas. Según la carta de las 10 mejores de España. Clasificación realizada por El País-ICON en su edición del 16 de octubre de 2016. Con dos salsas de all i oli y brava. Estaban correctas
Las croquetas de cocido de la abuela Manuela. Llevan carne y pimentón, por lo que su interior recuerda un poco al chorizo. Estaban sabrosas.
Steak tartar. Bien elaborado y con el especiado correcto. Como era para compartir entre tres resultó corto, señal de que estaba bueno.
Arroz de vaca y queso de Hinojosa. Fantástico de sabor pero durísimo. Ese miedo de tantos cocineros a que se les pase el punto del arroz. El centro del arroz debe estar cocido, nunca duro. Lástima.
Crema de queso, crumble y frutos rojos. Perfecto porque no estaba excesivamente dulce.
Salamanca tiene muchos y buenos sitios para comer bien y a buenos precios, ya que la población de estudiantes es muy numerosa. Es una ciudad en la que el tapeo está muy arraigado. Esta comida, sin contar las bebidas, salió por unos 20 € por persona.