Sin saber como íbamos a cenar nos decidimos por este restaurante por su situación al final de la playa de Agua Amarga. Nos salió bien la cosa ya que la carta y la atención estaban a la altura del lugar. Se trat de un restaurante de cocina mediterránea con especial atención, aunque no exclusiva, al producto del mar. Si vas pronto, como fue nuestro caso, puedes elegir una de las mesas más próximas al mar y disfrutar de la cocina y del paisaje. Recuerdo esa cena con agrado.
De aperitivo nos sirvieron unos crujientes de queso con confitura de tomate y reducción de Pedro Ximénez.
En primer lugar pedimos el tomate de Almería con mozzarella atún, cebolla y anchoas. El atún está debajo del queso, te lo aseguro.
Seguimos con unas croquetas de chipirón en su tinta. Diez croquetas para dos.
Esta es la mayor ración de galanes que me han servido nunca, ya dije que las raciones eran generosas. Y más teniendo en cuenta que este pescado es bastante escaso.
Este José Pariente 2017, elaborado con Verdejo de la DO Rueda, es un vino del que dicen que no se falla nunca y realmente es verdad que no decepciona. Es un vino de calidad de una de las bodegas referentes de la zona. Me encanta por su juventud y frescura. Por sus aromas a manzana y cítricos. Por su elegancia en la boca. Un vino para acertar siempre.
Me gustaría volver a cenar en este restaurante, me acuerdo bastantes veces de él.