El resurgir de las variedades autóctonas

Desde hace ya un tiempo, los nuevos elaboradores de vinos han optado por plantar y recuperar especies viníferas tradicionales, algunas de ellas casi extinguidas. Esa "revolución enológica" ha conseguido una proliferación de nuevos vinos que, gracias a las técnicas actuales y el buen hacer de los nuevos enólogos, tienen mucha frescura, equilibrio y expresividad, algo muy distinto a la idea que se tenía de los vinos Mediterráneos, cálidos, alcohólicos y potentes.

Ahora podemos disfrutar de excelentes vinos elaborados con Mandó, Forcallà, Arco, Royal, Bonicaire, Tortosí, Trapadell, Valencí o Verdil. Hemos salido ganando en cantidad y calidad.

Uno de los artífices de este cambio de modelo ha sido Alberto Pedrón, ya lo hizo con su revolucionario "Sentencia", considerado en su día por muchos expertos como uno de los mejores vinos valencianos.

De este vino, "Vida Líquida", solo se han puesto a la venta tres añadas, las del 2016, 2018 y 2020. No sé si por agotamiento del proyecto o por necesidades de la bodega, ya que desde entonces Bodegas Sentencia ha sacado otras referencias nuevas.

Sea lo que sea que haya pasado, soy afortunado, aún me quedan dos botellas más para poder disfrutarlas en un tiempo. El vino sigue pletórico.