
Un señor vino que hubo que tomar en dos etapas ya que su potencia requería dejarlo que se airease durante un par de horas al menos, y ante la falta de decantador en el restaurante, tuvimos que abrir otro diferente para acompañar la comida. Cuando se abrió y dejó liberar todos sus matices aromáticos y organolépticos, resultó ser un vino maravilloso, muy complejo y agradable de tomar, tanto es así que estoy deseando volver a probarlo, del buen recuerdo que me dejó.
Amplio, potente, con volumen en boca y con elegantes aromas frutales en nariz, el Crianza de Viña Pedrosa, con un paso de 18 meses por barricas de roble francés y americano, se presenta como el vino más representativo de la bodega. Se presenta con un atractivo color cereza intenso con reflejos rojos y violetas. En nariz, se despliega una combinación de frutos maduros como ciruelas y cerezas, complementados por un sutil toque especias y tabaco con un agradable recuerdo al roble. En boca sorprende con su perfil jugoso y sabroso, que se llena de notas de frutas maduras, especias sutiles y taninos bien integrados y maduros. Destacando por su concentración, es una elección excelente para quienes buscan un vino con carácter, cuerpo y una experiencia memorable en cada sorbo. Lo disfruté mucho.