Tal y como comenté en una entrada anterior sobre otro restaurante de Villena, esta es una ciudad con un buen número de establecimientos gastronómicos, hay bastantes restaurantes y de buen nivel, y la gente responde, ya que las terrazas a determinadas horas del día presentan una buena ocupación y lo mismo los restaurantes, suelen estar llenos o casi. También hay suficientes pubs y bares de copas. Vamos que se puede disfrutar sin repetir local.
Del que nos ocupamos ahora es un restaurante con mucho predicamento en Villena, lo fundó Francisco Navalón y lo regentan en la actualidad sus hijos Bárbara y Nemesio, Jefa de Sala y Chef respectivamente. Es un establecimiento con un estándar de calidad alto, tanto en cuanto a la carta, el servicio y las instalaciones.
Su carta es predominantemente de carácter mediterráneo, con bastantes platos típicos de la gastronomía villenera. Nosotros empezamos muy clásicos con estos chipirones a la parrilla.
Continuamos con estas alcachofas con foie y reducción de PX. Fue lo más flojo del día y la presencia del foie me pareció escasa. El precio 14,50€
Igual que digo una cosa digo la otra, esta ración de carpaccio de picaña (15,50€) me parece generosa. Filetes grandes y sabrosos, acompañados de parmesano, rúcula y nueces.
Pedimos una degustación de uno de los platos más emblemáticos de Villena, si no el que más, el "triguico". Parece que su origen es árabe, aunque no utilizaban el cerdo que ahora sí se le pone. Lleva alubias, cardo, nabo y el trigo picado. Supongo que hay variantes con patata, cebolla, tomate, etc. Este me gustó bastante.
La parpatana de Balfegó fue, sin duda, el mejor plato de la comida. Es curioso, una pieza que antes era considerada de menor categoría, hoy ha alcanzado un nivel gastronómico considerable. Es una pieza idónea para hacer a la plancha bien tostada, si se cocina de esta manera equivale a una chuleta de vacuno. Esta localizada entre el cuello del atún y la ventresca por lo que resulta muy jugosa.
De postre tomamos esta torrija, una de verdad como las hacía mi abuela, con pan, rebozada y frita, venía acompañada de natillas y helados de vainilla y chocolate. Muy rica y los helados muy buenos.
Este fue el vino elegido para la comida. El Gordo del Circo 2022. Un verdejo sobre lías de la DO Rueda, elaborado por Casa Rojo. Es fresco aromático y con una agradable textura. Un vino que sorprende por su calidad y su presentación, tanto por el formato de la botella como por su divertida etiqueta. Me agradó mucho.
Recuerda, si vienes a Villena este es uno de los tres o cuatro restaurantes que debes conocer.