Seguramente el pescado más versátil
Durante mucho tiempo el bacalao en salazón ha sido la única forma que tenían las poblaciones del interior de poder comer pescado, seguro que por eso, cuando la materia prima era tan poco variada, la imaginación popular consiguió alumbrar gran cantidad de recetas con este agradecido elemento gastronómico. Propio, al principio, de los hogares más modestos, actualmente ha conseguido encumbrarse en los recetarios de los mejores restaurantes. La cantidad de formas en que se prepara este Gadus morhua es enorme y los portugueses son unos maestros.
Yo suelo utilizar esta presentación de la marca Hacendado, ya sabéis donde lo compro. Es un bacalao noruego, que ya viene desalado y congelado. La porción de 390 gr. es ideal para dos personas.
Viene completamente desespinado y limpio, no necesitas hacer nada. Son lomos bastante gruesos con muy poca piel, lástima, pero con la suficiente para aportarle algo de su gelatina, sabor y consistencia. La piel del bacalao se come.
Para la elaboración de este plato se necesita: 1 lomo de bacalao desalado, 1 cebolla, 1/2 pimiento verde, 1/2 pimiento rojo, 2-3 dientes de ajo, 1 patata por persona, laurel, perejil, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra, sal, un puñado de aceitunas negras y medio vaso de vino.
Cuece las patatas en agua o al vapor. Una vez cocidas las reservas partidas en el recipiente que va a ir al horno. Si utilizas patatas de guarnición rómpelas con un ligero golpe y las colocas en la fuente de horno.
Confita en aceite los ajos a rodajas y el laurel. Añade la cebolla y los pimientos cortados en tiras. Sazona y saltea a fuego moderado durante 5 minutos. Ten en cuenta que luego se van a hornear, si te gustan tersas las verduras, con ese tiempo será suficiente, si prefieres que la verdura quede blanda saltéala durante 5 minutos más.
Coloca el salteado sobre las patatas, rocía el medio vaso de vino blanco y mételo todo al horno a 180ºC durante 15 minutos.
Transcurridos los primeros 15 minutos, coloca los lomos en crudo sobre los pimientos, las patatas y la cebolla. Sazona con aceite crudo y pimienta molida, no te olvides de la pimienta nunca. Mételo en el horno a 180ºC, otros 15 minutos o hasta que el bacalao esté hecho. Con este tiempo el pescado queda jugoso y tierno. Si lo prefieres tostado gratina 5 minutos más.
Al sacarlo agita un poco la bandeja que en el fondo tendrá algo de caldo, cuando acabes el plato verás que te encuentras una salsa ligera y muy sabrosa, resultado de la interacción del vino con las patatas y las verduras. Prepárate algo de pan. Pon las aceitunas y el perejil picado.
¡Te encantará!