Parece sencillo, viendo cómo les funciona en Blanqueries, que un restaurante tenga éxito durante diez años seguidos. La fórmula parece que está basada en ofrecer una carta por la noche y a mediodía unos menús variados, confeccionados con equilibrio, con generosidad, a un precio moderado, con platos bien ejecutados, con calidad e imaginación. Un local agradable, con comodidad entre las mesas, sin agobios, caben los que caben. Un equipo que da la impresión de estar comprometido con el proyecto y que trabaja con ilusión. Eso se traduce en llenos diarios y reconocimientos de las guías oficiales como la Michelin que le ha distinguido durante los últimos años con un Bib Gourmand, "Cocina de calidad a precios contenidos".
Este "oficio" de contarte mis experiencias gastronómicas me hace buscar lugares nuevos o, al menos, que no se hayan publicado en este blog, para animarte a que los conozcas tu también, y claro eso va en detrimento de los restaurantes que ya he comentado en más de una ocasión, y como no me da la vida para más tengo que ir aparcando los sitios que me gustan y que ya te he contado más de una vez, pero tenía "mono" por volver a Blanqueries. Así que aquí tienes como fue esta comida, la última de momento.
El menú que ofrecen a mediodía se compone de tres entrantes, te sirven los tres, un segundo a elegir entre tres opciones (un arroz, un pescado y una carne), más un postre a escoger también entre una terna. Hay una segunda opción en formato "menú degustación", en el que, sobre la base del primero, te sirven las tres entradas, dos segundos (carne y pescado) y dos postres. Además te ponen un aperitivo que, como no figura en el menú, lo recibes como un regalo. En esta ocasión se trataba de un poco de ensaladilla de sepia y gambas, idéntico a un plato que figura en la carta, pero en formato reducido, claro.
La primera entrada era una ensalada de tomates y queso feta. Tres preparaciones distintas de tomate: seco, mini pera y debajo uno que parecía confitado y muy bien aliñado. Los costrones de pan y la hierbabuena tenían su exquisita función. Un plato sencillo pero muy conseguido, ofrece más de lo que aparenta al principio. Lo disfruté.
El segundo entrante llevaba media berenjena, una base de puré de apionabo, tipo parmentier, unas gambas y unos garbanzos fritos. ¿Habías comido alguna vez berenjena con gambas? Pues funciona. Si piensas en los ingredientes por separado no te los imaginas formando parte de la misma preparación, bueno las gambas y los garbanzos sí, yo mismo los he preparado en un guiso bastantes veces. Como todos los elementos están perfectamente elaborados casan muy bien.
Este plato, taco de pulled pork, se está convirtiendo en uno de los habituales en bastantes restaurantes, te lo encuentras cada dos por tres, está rico, sin duda, pero ¿os acordáis de los huevos a baja temperatura, el ceviche, el tartar de atún, el pulpo?, omnipresentes en muchas cartas. Sin duda son platos que tienen mucho éxito porque están ricos, pero al final dejan de sorprender. Este taco estaba MUY bueno, pero...
El plato principal, de inspiración genuinamente oriental, consistió en un lomo de corvina con salsa de curry rojo, pak choi y picadillo de cacahuete, con cilantro y sésamo. Perfecto el punto del pescado, muy bueno el curry, aunque muy suave, según el gusto de la mayoría de clientes, y me encantó encontrarme la col china de hoja verde, que recuerda a la de la acelga, con la base bulbosa de penca blanca. Es un vegetal con muchas aplicaciones y muy poco utilizado. Esto es un platazo.
De postre había para elegir, tarta de queso, tarta de filipinos o la tarta de zanahoria, que es la que elegí yo. Estaba suave, sabrosa y repleta de nueces, que me encantan. Buena elección por mi parte.
Para acompañar el menú elegimos este Godello del Bierzo, elaborado por la Bodega del Abad. Es un vino que ha fermentado en barrica y permanecido sobre sus lías. Es fresco, gracias a su marcada pero elegante acidez, con aromas cítricos y especiados. Curiosamente no aparece ninguna referencia en la web de la bodega, es posible que su distribución esté reservada exclusivamente a restaurantes o grandes compradores.
De nuevo una grata experiencia en este restaurante al que espero no tardar tanto en volver. Estoy seguro de ello.