Tener un restaurante que te gusta cerca de casa es un peligro, porque no puedes poner como excusa la pereza que te puede dar desplazarte hasta un determinado lugar para comer o cenar. Está al lado, la coartada no vale. Bajas a la calle, andas poco más de cien metros y ya estás. Tienes que ir. Además sabes que vas a disfrutar, ningún pretexto sirve para no salir. Ya estás allí de nuevo.
Pero hemos de convenir que estos restaurantes de barrio tienen su peligro. Te impiden ir a otros sitios nuevos que se van abriendo continuamente por la ciudad. Uno tiene sus limitaciones y no puede comer y cenar más que una vez al día. Sería estupendo, con lo que me gusta manducar, poder hacerlo más veces cada jornada, pero el desayuno y la merienda no sirven para esto. Por eso mismo repetir los restaurantes de barrio limitan tu radio de acción. La segunda cuestión es que, cuando vuelves varias veces a un local, estresas al personal, ya que las cartas no cambian con la suficiente rapidez para que no se repitan platos en más de una ocasión. Aunque la carta sea amplia, acabas reincidiendo en algunos de los que más te gustan. ¡Porque están muy buenos!
En esta ocasión empezamos con un aperitivo nuevo. ¡Para que no se diga! Una tosta de pulpo, pimientos y jamón seco que estaba exquisita. Me dijeron que la van a incluir en la carta. Es una buena decisión.
Continuamos con la ensaladilla Ximo's. La ensaladilla con la firma del propio cocinero, Joaquín Barrera. Bien aderezada y saborizada. Con su ventresca de atún, alcaparras, tomate y picadillo de aceituna negra. No es solo patata y mahonesa.
La tosta de anchoa de Santoña con mantequilla de alga Nori no la perdono nunca. Está bueno hasta el pan, como debe ser. Te encantará.
Cómo consiguen que esta sepia esté tan tierna no lo sé, pero por algo en la carta ponen "Sepia mantequilla con alioli negro, gel de lima y salsa Mery". Exquisita.
Otro plato que nunca dejo de pedir es este Tataki de presa con mango picante y vino especiado. Está espectacular.
Entraña a baja temperatura con salsa chimichurri Laboratorio. Este corte, típico de la carnicería argentina, se localiza en la parte interior de las costillas. La entraña es una pieza alargada y estrecha, como se aprecia en la foto, de carne muy roja y con un sabor intensísimo, que se corresponde con el músculo del diafragma de la ternera. Está muy tierna y sabrosa. Pero además las patatas que la acompañan están buenísimas, siempre bien asadas y muy gustosas.
Hay pocos postres en la carta pero valen la pena. Como esta torrija de horchata cremosa y helado de mandarina.
Uno de los que pedimos siempre es éste Pasión de chocolate al cubo, salsa de maracuyá y crujiente de pasta filo.
Monterrei es una zona vinícola gallega, de la que ya se tiene conocimiento de producción de vinos en época romana, es una de las más pequeñas de España. Las bodegas de esta región han visto que con sus uvas locales podían elaborar interesantes vinos de gran personalidad. En este sentido encontramos vinos blancos frescos, intensos y sabrosos elaborados a partir de Treixadura, Godello o Doña Blanca, y tintos ligeros y afrutados de las variedades Bastardo y Mencía.
Este monovarietal de Godello procede de pequeños viñedos cultivados en una combinación de laderas y valles que aportan intensidad aromática y concentración. Elaborado por Vinos del Paseante, bodega que elabora pequeñas joyas por toda la geografía española.
Los vinos permanecen con sus lías finas durante 3 meses. Tras una selección cuidadosa se lleva a cabo el 'coupage' final.
La Duda muestra un color amarillo pajizo claro y brillante. En nariz aparecen aromas de melocotón y fruta de hueso. En boca vuelven a aparecer el melocotón y notas minerales. Destaca su final cítrico, limpio y elegante.
Está clara la apuesta del restaurante por mejorar su bodega, éste es un buen ejemplo.
La de El Laboratorio Gastrobar es una propuesta basada en la cocina tradicional con un toque contemporáneo que la hace muy interesante. Yo estoy seguro de que te gustará.