Quien me iba a decir que cuando hace quince años salió a la luz la primera reseña de Ojoalplato, esa que hay arriba de este texto, esto seguiría en marcha después de tanto tiempo, porque para mí esto es mucho tiempo, no recuerdo ningún otro proyecto personal, individual y voluntario, que me haya durado tanto. Desde luego su existencia no hubiera sido posible sin la dirección técnica de mi hijo Javi.
Vistas desde la mesa de Noray. Jávea
Surgió, como tantas cosas, casi fortuitamente, hice algunas publicaciones en otros medios, cuando las redes sociales no eran nada y lo que empezaba a estar de moda eran los blogs. Ahora tener un blog suena arcaico, frente a la inmediatez de las imágenes con poco texto o ninguno, sin necesidad de explicar nada, cada uno interpreta lo que le parece y pasamos a la siguiente. Sin embargo a mi me cuesta ese sistema, hace más de un mes que no cuelgo nada en Instagram. Cosa de carrozas, diréis.
Ensalada de tomates en texturas. Namua. Valencia
Al blog le estoy muy agradecido, me ha dado muchas cosas, lo primero bastante trabajo que he hecho con gusto, pero además ha traído a mi vida a una persona que de no ser por él seguramente no habría conocido, sin duda ha encauzado mi vida. Eso es así.
Bonito a la llama con all i oli de manzana, pulpo seco y palomitas de mijo al chocolate blanco. Baret de Miquel. Dénia
También me ha permitido profundizar algo más en el mundo de la gastronomía, a prestar atención al trabajo de tantos buenos cocineros y aprender a valorar su esfuerzo y su valía. No voy a citar a ninguno porque caería en el imperdonable error de olvidarme involuntariamente de alguno. Además me ha llevado a lugares que no hubiera conocido si no hubiese sido por el interés culinario.
Tibio de gambas, ajos tiernos y mayonesa de soja. Ciro. Valencia
Aunque mayoritariamente ha sido un proyecto personal, he tenido esporádicamente colaboraciones de familia y amigos que agradezco enormemente, eso lo hace suyo también.
Pincho de gamba roja picada a cuchillo, aceite de trufa y salsa americana. Vaixell. La Cañada
No sé cuánto más durará, pero sí he de deciros que sigo con ganas. El blog tiene, en estos momentos, cien páginas publicadas, a una media de diez entradas por página, en total 1005 artículos, si contamos éste. Sé que no es mucho, pero yo me siento bastante orgulloso. Un artículo cada cinco días y pico, es una frecuencia que no me hubiera dado para comer, seguro, pero para mi ha sido siempre una afición, por eso he escrito y publicado lo que he querido y cuando he querido. Así que soy afortunado.
Chipirón relleno de morcilla y cebolla caramelizada, sobre una salsa de queso gorgonzola, espinacas y pericana. Genuí. Bétera
No voy a desaprovechar la ocasión de quejarme, pues desde la aplastante pujanza de Facebook, X (Twitter) Instagram y Tik Tok, hecho de menos la correspondencia que había con los lectores a través de los comentarios al final de las reseñas, donde expresaban su acuerdo o disconformidad con las razones o datos expuestos, y eso nos permitía debatir, concretar o ampliar los conceptos y las experiencias narradas. Eran otros tiempos.
Espardenya de pollo, vieira y tubérculos, con caldo de all-i-pebre. Audrey's. Calpe
Solo puedo mostrar agradecimiento, a todos aquellos que fielmente seguís leyendo estas notas que narran las pequeñas experiencias que sigo viviendo con ilusión; igualmente a los que ocasionalmente caéis por aquí y os entreteneis un momento en leer algo que os ha llamado la atención y también a los que están hartos de recibir mis correos notificando las publicaciones y cuando llegan dicen "¡Qué pesao!" Gracias a todos. También a los cocineros que me han permitido disfrutar de todos estos platos que sirven para animar el texto y de otros muchos que no caben en tan corto espacio.
Macedonia de frutos del bosque con helado. Ramona. Almansa
Un fuerte abrazo para todos. Y seguimos...
P.D. La foto de la cabecera es de un cóctel Pisco Sour de Orson. Valencia