Aunque es difícil olvidar los años en que este restaurante estuvo en manos de Tere Román y Paco Olivas, Juanra Aineto está consiguiendo que, aunque se les recuerde con cariño, no se les eche de menos. Su gestión al frente del restaurante es ágil, competente, experta y con proyección en el medio y largo plazo.
La clave de su propuesta está en la calidad de la materia prima, algo que afortunadamente ya empiezan a entender algunos otros restauradores, sin buen género no puede haber buena cocina. Cuando hablo de calidad no me refiero a precios altos, si no a producto bien escogido, sea caro o asequible a cualquier bolsillo.
Pero no vayas a pensar que aquí no hay cocina, sí la hay, pero pensada y ejecutada para enaltecer la nobleza de los artículos que el mercado hace llegar hasta los fogones y planchas de Pirineos.
ensalada de bogavante
canyuts
gambas al ajillo
mollejas de ternera a la brasa
chuletón de vaca
tiramisú de cremaet
buñuelos con chocolate
torrija de pan brioche
sangarida la yegua
rincón de los enebros