Gamba roja de Dénia garantizada
En Dénia se puede comer buena gamba roja en algunos sitios, no muchos, si lo que quieres es calidad, pero si además quieres una garantía de que vas a encontrar una de las mejores, tienes que ir a El Faralló, templo indiscutible de la gamba roja. Son ya muchos años eligiendo y tratando cada partida con mucho mimo y cuidado por parte de Javier Alguacil, tarea que no delega en nadie, el mismo se encarga de revisar y seleccionar cada pieza. Pero aquí no solo hay gamba, hay cocina deniense, que son muchas más cosas, aunque la "Aristeus antennatus" sea la reina.
El restaurante dispone de una terraza acristalada, que es la que mayoritariamente demandan los clientes, bien dispuesta, con las distancias prescritas en estos tiempos tan difíciles para la hostelería. Mesas bien vestidas, vajilla y cubertería al mismo nivel, excepto la cristalería que nos pusieron que es mejorable. A continuación explico este punto. El equipo de la sala muy eficiente, comprensivo y amable, aunque a veces un poco acelerado, pero sin molestar para nada.
Las cartas, tanto de cocina como de vinos están en estos códigos QR, que se pueden consultar escaneando directamente de esta foto. Los platos que se ofertan son de inspiración marinera deniense principalmente. La selección de vinos es exhaustiva y atractiva.
Ya se ha dicho que la carta de vinos es muy completa, hay mucho donde elegir y está estructurada con muy buen criterio, pero la cristalería no está a la altura del resto del equipamiento. Como ya he comentado en alguna ocasión, una buena copa debe tener una estructura adecuada, en cuanto al tamaño y forma de la tulipa, por aquello de la buena disposición de las capas aromáticas del vino en su interior, según el peso molecular de cada elemento volátil. Hacer una cata de un mismo vino con copas diferentes es muy esclarecedor.
La comida se inició con unas ostras Daniel Sorlut especiales, éstas disponen de una masa de carne superior al 10’5% de su peso total, gracias a un tratamiento singular durante su crianza, presentando una textura más firme. Realmente exquisitas y gustosas. Mar en la boca.
Como preámbulo al siguiente plato, pedimos estas croquetas de gamba. Con buena fritura y un interior sabroso.
Le llegó el turno a la estrella de la comida. Extraordinario su punto de cocción, espectacular el sabor, dulce* y marino, y una textura fantástica. Las disfrutamos mucho, a pesar de que no estamos en la mejor temporada para este marisco, ya que su mejor época es en invierno.
*El dulzor de la carne de los mariscos se debe a la glicina, que es un aminoácido de las proteínas que los organismos marinos acumulan para equilibrar la agresiva salinidad del agua del mar.
Gazpacho marinero, muy sabroso, un fondo intenso y potente, en el que destacaba una fuerte reducción por la ebullición al cocer la torta.
Arroz de rape y pimientos. Una fina capa de arroz, en una amplia paella para dos personas, en la que destaca la concentración del fumet para la cocción del grano.
Un primer postre sencillo pero siempre un acierto, la tarta de queso.
La creme brulée de azafrán, es un postre elegante y que está delicioso. Es muy similar a la crema catalana.
Sin duda, otra vez, las gambas han sido las que han triunfado en esta comida, vale la pena repetir en El Faralló para disfrutar de este manjar.