Un local con una decoración muy ecléctica, que llama la atención
Tal y como se ha intentado explicar en el vídeo, con muy poca fortuna, el nombre tiene su origen en la dirección del local "Carrer Fora Mur", es la primera calle que quedaba fuera de las murallas de Dénia y han aprovechado para hacer un juego de palabras. No digo más que me lío.
El local tiene una decoración muy original y simpática, con elementos muy variados, sin relación aparente entre sí. Como ejemplo los secadores de las peluquerías de los años sesenta que hay colocados en el techo a modo de focos. También la lámpara de lágrimas o el cactus de plástico de la derecha. Hay una terraza en el interior que no hay que perderse. La foto de la cabecera es de la terraza.
La carta es fundamentalmente mediterránea, con buenas propuestas y con algún guiño a los platos que están ahora de moda en todas partes como el tartar, el cebiche o el tataki. Además hay un plato del día, el de hoy era bacalao hecho a la plancha y acabado en el horno.
El pan es de calidad.
La carta de vinos tiene una virtud, desde mi punto de vista, y es que en lugar de elegir dos o tres denominaciones de origen y poner una docena de vinos de cada una, han optado por incluir bastantes denominaciones con pocas referencias, incluso solamente una, como en el caso de los blancos. Sólo se repiten dos blancos de Rueda, pero con el acierto de que uno es verdejo y el otro sauvignon blanc. Y con propuestas tan interesantes como el Rebels de Batea, una garnacha blanca de Terra Alta.
La ensalada de ventresca fue el primero de los platos elegidos. Era muy completa y estaba muy bien aliñada. Llevaba ventresca de atún, tomate seco y fresco, aguacate, alcachofas, pimiento asado, rodajas de limón confitado, encurtidos, frutos secos, picos y lechugas.
A continuación un sabroso figatell típico de la comarca de La Marina, servido con pan de hamburguesa, pero acompañado de unas verduras mucho más interesantes y exquisitas que el típico tomate y pepinillo. La mostaza imprescindible en esta elaboración, ya que el excesivo punto de dulzor que le aportaba la crema de balsámico, o tal vez incluso cebolla caramelizada, era compensado por la acidez de la mostaza.
El ravioli de la casa es una ración abundante, perfecto para compartir. La masa parece casera y la salsa que le acompaña está muy sabrosa. El interior va relleno de una crema de queso y verduras. Buen plato.
Secreto de Black Angus. El angus es una raza bovina autóctona de Escocia y no de América del Norte como nos han hecho creer. Es muy jugosa gracias a la grasa marmoleada que lleva infiltrada. A esta le sobraba la crema de balsámico que aparece sobre la carne, no le hacía ninguna falta, además de ser el tercer plato de la comida con aceto.
De postre cremoso de chocolate con helado de regaliz y frutos secos. También muy conseguido.
La música bien escogida, en el momento del postre estaba sonando Edith Piaf. Además For Amur programa sesiones de música en vivo alguna noche hacia el final de la semana.
En conclusión un restaurante más de Dénia a tener en cuenta. Esta ciudad es el paraíso de la gastronomía con motivos.