Buena cocina india
Soy aficionado a las cocinas orientales, y especialmente a la cocina india, de hecho me he atrevido a hacer algún intento en la intimidad de mi hogar, sin testigos, y cada vez parece que me sale algo mejor. Lo intenté con las Karahi y la Vindaloo, y alguna más, con mejor o peor fortuna, pero yo sigo intentándolo. En esta ocasión he querido probarlas de la mano de profesionales. Éste es el resultado.
En cualquier restaurante indio que se precie, lo primero que hacen es presentarte un sencillo aperitivo, pero no por ser elemental es menos atractivo. Se trata de unos barquillos crujientes de "Papadam" o "Papadum", que se elaboran con harina de lentejas. Exquisitos.
El Papadam, suele ir acompañado de diversas salsas. Éste se acompañaba de salsa de mango agridulce, tipo chutney, salsa de menta y yogur, ensalada de cebolla especiada y la imprescindible salsa picante.
Otro elemento necesario es el arroz basmati. Se puede pedir blanco, como éste, o aderezado con azafrán, comino y otras especias. Con champiñones y guisantes. Con coco y cóctel de frutas. Con carne picada y especias o frito con huevo, guisantes, cebolla y champiñones. Variedad hay, como se puede apreciar. Yo pido el blanco, para no desvirtuar el sabor de los platos que voy a tomar.
Tampoco suelo prescindir de un segundo acompañamiento, el pan Naan. También hay muchas variedades, pero yo siempre pido el relleno de queso. Exquisito. Siempre recién hecho.
Para mi gusto la bebida que mejor le va a éste tipo de comida es la cerveza, y aquí tienen una de marca india, aunque elaborada en Reino Unido, como casi todo lo indio que llega a Europa. La famosísima cerveza Cobra, en formato para grandes consumidores.
Me preguntaron si la quería grande o pequeña, e instintivamente dije grande, 660 ml me tuve que beber, el equivalente a dos tercios. Menos mal que no es muy fuerte, únicamente 4'5º de alcohol. Pude con ella sin demasiado esfuerzo ;)
Hay que tener cuidado en los restaurantes indios, igual que en los mexicanos, ya que el umbral de tolerancia del picante no tiene nada que ver con lo que aquí estamos acostumbrados. Así que primero uno suave, para ir subiendo poco a poco en la intensidad del picante. Primero unas gambas Pathia. Ésta es una antigua forma de curry de origen persa.
Estas gambas Pathia están elaboradas con una salsa agridulce con cebolla, tomate, pimiento, cilantro, especias exóticas y picantes. Va bien para empezar, el nivel de picante es suave, muy sutil.
Un segundo nivel, en cuanto a intensidad del picante, es la modalidad Karahi, también elegí la presentación con gambas, pero ya más potente. Esta elaboración toma su nombre del recipiente en el que se elabora, el karahi. Algo similar a lo que ocurre con la paella valenciana.
Las gambas Karahi están elaboradas con mezcla de cebollas troceadas, pimiento rojo y verde, ajo, jengibre, tomate y semillas de cilantro, en una salsa medio picante. Me encanta.
Pollo Vindaloo. Éste es el plato más picante de los tres. Pica de verdad y eso que a mí me encanta. Parece que este plato tiene un origen portugués, lo llevaron a la India y allí le incorporaron gran cantidad de especias y mucho chile picante.
Es uno de los currys más picantes de la India, es considerado el rey de los currys por su extrema fortaleza. Lleva patatas cocidas, jengibre, ajo, chile, todo incorporado en una salsa bastante picante de curry.
Para mí es uno de los restaurantes imprescindibles de Dénia, procuro ir casi siempre que estoy por allí. Si os gusta la cocina india y en concreto el picante, éste es vuestro restaurante en la comarca de La Marina. Habrá otros buenos, seguro, pero éste no falla. La prueba es que casi siempre se llena.