Un reencuentro esperado
Miguel Frutos, Jefe de cocina del antiguo restaurante La Setla, y Ainhoa Nadal, Sumiller y Jefa de Sala, han iniciado "su" aventura en un bonito local, con una estupenda terraza, en la carretera de Las Marinas en Els Poblets de Dénia, en lo que era una antigua pizzería, a la que le han dado nueva vida y, desde luego, un novísimo enfoque. Aparte de los platos creativos habituales, han incorporado la elaboración de pizzas y empanadas a su repertorio, para aprovechar, en esta nueva etapa, el excelente horno de leña del que está dotado el restaurante.
Debido a las circunstancias actuales solamente está en uso la terraza, por lo que el restaurante únicamente está abierto, todos los días, a partir de las 20 horas, durante este verano 2020. Dada la proximidad al mar, la estancia en los atardeceres y las noches es una auténtica delicia, disfrutando de una buena temperatura, de una mejor cocina y de una estupenda bodega. La atención del personal es estupenda.
Los productos de proximidad y de temporada son la estrella del establecimiento. Ahora se puede disfrutar de dos menús degustación, uno con dos aperitivos, dos entradas y un plato principal a elegir de cinco propuestas, entre pescado y carne, además de un postre. El otro consta de los dos aperitivos, cuatro entradas, el plato principal a elegir, como en el otro menú, un prepostre y un postre.
Los detalles son importantes y por eso destaco la posibilidad de tomar algunos vinos por copas, seleccionados por Ainhoa. Yo tomé en el aperitivo un cava que me gustó bastante.
El pan es otro elemento importante, que aquí se cuida. Es un pan consistente pero tierno, en rebanadas gruesas y generosas. Con sabor, buena miga y corteza crujiente.
El menú corto comienza con los dos aperitivos citados. Una croqueta de jamón de bellota, muy gustosa, crujiente por fuera y muy tierna por dentro, casi líquida. Le acompaña un boquerón en vinagre muy suave, con mango verde, crema de fruta de la pasión y polvo de aceituna negra seca. Un principio que ha puesto el pabellón muy alto, esto promete.
El primer entrante es una ensalada de tomate del terreno, sobre una base de ajoblanco, con bonito en semi salazón, hueva seca de atún, cebollitas, aceituna negra kalamata y unas esferificaciones sobre todo ello. Si a la vista este plato es espectacular, en el paladar no resulta menos espléndido. Una sinfonía de sabores y texturas. Un plato de diez.
Cappelletti, amasado en el propio restaurante, relleno de calabacín, acompañado de pulpo a la brasa, duxelle (picadillo) de albahaca y reducción al moscatel. Exquisito.
Mero con cogollo de lechuga a la brasa, crema de cebolla tostada y un fumet de pescado con azúcar. Un plato muy bien ensamblado, redondo, nada le sobra. Estupendo.
Mogote de cerdo de bellota con puré de chirivía, chips de yuca, rebozuelo (Cantharellus cibarius) y la reducción del propio jugo de la carne. Esta parte del cerdo está espectacular, es muy tierna y jugosa. Perfecta de punto y la acompaña ideal el puré de chirivía.
De postre "Chocolatísimo". Varias texturas de chocolate con un centro congelado. No está a la altura de todo lo demás.
Es la primera vez que he venido a Peix Blau y lo pongo ya entre mis imprescindibles de Dénia. Siempre que pueda volveré. Conocía La Setla, pero aquí hay algo más. Muy recomendable.