Desde 1936, casi cien años.
A poca gente se le puede escapar hoy el hecho de que la ciudad de Almansa se está convirtiendo en un referente gastronómico. Lejos queda ya la imagen de cocina recia de tierra manchega, donde el más conocido de los platos era el gazpacho y después el atascaburras. Actualmente ese estereotipo hay que sacárselo de la cabeza, este municipio con casi 25.000 habitantes tiene un restaurante con dos estrellas Michelín (Maralba) y éste (Ramona) del que vamos a contar una vez más lo bien que se come, además de algún otro digno de mención (Mesón Pincelín, Mesón Castellano, El Rincón de Pedro, etc.)
Ramona es un gran restaurante en todos los sentidos, por calidad y por espacio, como he dicho en alguna ocasión anterior, es un lugar multifuncional. Una de las entradas nos lleva directamente a una moderna “Taberna”, tras la cual nos encontramos con varios comedores de distintos tamaños, incluso con algunos aptos para celebraciones multitudinarias (que tiempos aquellos).
La carta es muy variada, pero no enciclopédica, es decir encuentras muchas opciones para comer a gusto, pero se percibe un criterio muy selectivo para que prime la frescura del producto. Hay marisco (ostras Gillardeau, almejas de Carril, zamburiñas, quisquilla, gamba roja,...), pescado fresco (ventresca de atún, rodaballo, rape,...), carnes (lechazo al horno, lechal, solomillo, Angus, ternera gallega,...), platos de cuchara (gazpachos, arroz de llanda de cordero o de sepionets, arroz marinero,...) y un buen surtido de postres.
Al principio nos ofrecieron una extensa selección de aceites premium, a cual más rico.
De entre todas esas opciones de la carta nos decantamos por los siguientes platos.
Burrata con pesto, alcachofa aliñada y tomate de temporada. Un queso muy tierno, en perfecto punto de cremosidad y un tomate de los que hace tiempo que no encontraba, con sabor auténtico.
Tallarines de sepia con mahonesa de aguacate. Exquisitos y muy bien aliñados con esa mahonesa.
Perol de pelotas de relleno. Plato típico de la zona que había que pedir, igual que el siguiente. Estas pelotas de cocido están riquísimas.
Gazpachos marineros. Esta es tierra de gazpachos y aunque estos no son los típicos de carne también están fenomenal. Además con mucho tropezón de pescados y marisco.
Ventresca de atún rojo. Sin palabras. La imagen lo dice todo.
Cuarto de lechazo asado. Muy tierno y gustoso. Era para dos personas pero podían haber comido cuatro.
Carne roja a la piedra. Un bonito entretenimiento para los más pequeños que se asaron seis trozos de esta exquisita carne en la mesa. No dejaron nada, señal de que estaba buena.
Los postres son todos espectaculares.
Torrija caramelizada con helado de turrón
Helado artesano de chocolate del heladero Ignacio Navalón
Maceta de tiramisú
Brownie de chocolate
Panacota de coco con coulis de mango, piña y pistacho
La carta de vinos también es muy interesante, con algunas referencias que te incitan a pecar.
Empezamos con este espectacular vino blanco "La Resistencia" de MicroBio Wines de Nieva (Segovia), dentro del proyecto de Ismael Gozalo, copropietario y enólogo de Ossian. Está elaborado con uvas verdejo 100%, con una crianza de 8 meses en tinajas de 1.800 litros de más de 250 años, sobre sus lías totales. Es un vino natural muy especial, con mucha personalidad, debido a las características de su elaboración. Creo que es un vino para iniciados. A mí me encantó.
Para la parte más cárnica de la comida nos decantamos por este vino seguro, que a todo el mundo le seduce. El reserva de Carmelo Rodero, elaborado en la DO Ribera del Duero con la variedad “Tinta del país”, desprende aromas a frutas maduras muy bien conjuntadas con la crianza en madera. Muy carnoso en boca, de final prolongado y acidez equilibrada. Una gozada de vino. Elegante y armonioso.
Así acabó esta magnífica comida en Ramona. Cada vez que voy es una fiesta para mi. No me importa hacer los cien kilómetros que la separan de Valencia porque sé que voy a disfrutar.
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca